El Departamento de Educación abrirá los colegios e institutos a partir de la fase 2, en la que está previsto que entren los municipios de Camp de Tarragona, Terres de l'Ebre y Alt Pirineu i Aran a partir de la semana que viene. La idea es que retomen la actividad a partir del 1 de junio. Según el plan de reapertura de centros de la administración catalana, al que ha podido acceder eldiario.es, los centros educativos deberán recuperar la actividad con ratios reducidas a la mitad, prioridad para los alumnos que finalizan etapa y con la opción de hacer tutorías.
En una carta remitida a los directores de centros, el Departamento de Educación les comunicó que este miércoles el conseller Josep Bargalló haría público el plan de desescalada en los colegios. Las instrucciones definitivas les han llegado esta mañana, poco antes de la atención a la prensa del conseller.
El documento elaborado por Educación y aprobado en el Plan Territorial de Protección Civil de Catalunya (Procicat) plantea una apertura de los colegios en fase 2 con ratios reducidas aproximadamente a la mitad. Grupos de 15 en Secundaria, 13 en Primaria e Infantil y 5 como máximo en edades de 1 a 3 años.
En esta última etapa, que muchos gobiernos autonómicos se niegan a reactivar antes del verano, si una guardería no puede asumir todos los niños y niñas de acuerdo con la nueva normativa deberá priorizar a los que tengan progenitores que no pueden teletrabajar. Y quedarán excluidos de la vuelta a los centros los menores de un año debido a la “inmadurez de su sistema inmunitario”.
Tutorías y finales de etapa
Con estas condiciones, Educación plantea que los alumnos vuelvan a las aulas con carácter voluntario y especialmente aquellos que acaban una etapa, esto es Sexto de Primaria, Cuarto de la ESO y Segundo de Bachillerato. La idea es que puedan hacer un acompañamiento personalizado en el cierre de la etapa y la preparación específica de exámenes com el de Selectividad, que se realiza en julio.
Este plan de reapertura no excluye sin embargo que los alumnos de las demás etapas puedan volver al colegio antes del fin de curso, aunque no para hacer actividad lectiva normal, que se descarta en cualquier caso, sino para tutorías personalizadas con las familias o en grupos pequeños. Esto quedará a criterio del centro, que csi considera que no se dan las condiciones de seguridad podría descartarlo.
En cualquier caso, la propuesta para programar estas tutorías se debería incluir en el Plan de Reapertura que cada centro deberá elaborar y que aprobará la Administración. Ante las críticas de algunos sindicatos que le reprochan dejar la responsabilidad en manos de los centros, Bargalló se ha defendido que tratan de atenerse a las condiciones de cada centro. “No se trata de dejar las decisiones a espaldas de la autonomía de centros”, ha remarcado.
Alumnos sin mascarillas
La decisión de reabrir los colegios ha sublevado algunos sindicatos de profesores, como CCOO, que denuncia que no se les ha tenido en cuenta a la hora de pactar las condiciones y establecer los criterios de seguridad de forma consensuada. El sindicato mayoritario de la pública, USTEC, ha ido más allá y ha acusado al conseller de “lavarse las manos” y ha expresado que “lo mejor” es que dimita.
Bargalló ha respondido en rueda de prensa que este mismo miércoles se ha reunido con los representantes de los trabajadores para discutir las medidas en materia de salud laboral. Muy criticado por no haber realizado una rueda de prensa en todo lo que v de estado de alarma, se ha excusado en que preferían tener el plan definitivo antes de dar explicaciones, y que no lo han podido cerrar hasta esta semana porque los criterios del Ministerio de Sanidad les llegaron el jueves.
En este aspecto, el plan del Departamento, como el de otros ámbitos que afectan a equipamientos públicos, establece que los profesionales y alumnos con síntomas o que hayan estado en contacto con algún enfermo no podrán acudir al colegio. Los niños y niñas deberán tener el carné de vacunaciones al día y sus familiares tendrán que firmar una declaración responsable sobre su estado de salud.
En cuanto al uso de mascarilla, concretan que solamente estará indicada para los profesores. Los alumnos no tendrán que ponérsela a no ser que sea imposible garantizar las distancias de seguridad de dos metros entre ellos.
“Emergencia educativa” en septiembre
Bargalló ha reconocido que en septiembre, tras prácticamente seis meses sin clases presenciales, los profesores y las familias se enfrentarán a “una emergencia educativa”. Ha dado a entender que una parte importante de la actividad lectiva deberá seguir siendo telemática y, la parte presencial, con grupos reducidos.
En este sentido, ha hecho referencia a que habrá que incorporar más profesorado para hacer frente a ratios más reducidas y que habrá que buscar nuevos espacios para aquellos centros que no tengan suficiente. Esto último se hará también si hace falta en junio, ha precisado, aunque no ha querido dar más detalles.
En cuanto a las escuelas de educación infantil, tanto las públicas como las privadas, ha expresado que espera que en septiembre las recomendaciones del número de niños y niñas por espacio –que él fija ahora en 5– se hayan relajado. En primer lugar, porque una educación de calidad con distanciamiento social en esta etapa es “imposible”, pero también porque muchos centros privados que se financian con las cuotas de las familias advierten que no serán viables económicamente.
Antes del inicio del curso 2020-2021, sin embargo, está el verano, durante el cual el conseller ha asegurado que todos los centros educativos, colegios e institutos, estarán abiertos para las actividades culturales y de ocio educativo que organicen los ayuntamientos o entidades sociales. “Hay que poner las infraestructuras públicas a la disposición de la comunidad”, ha afirmado.