La Generalitat de Catalunya ha aprobado una cincuentena de instalaciones que suman 1.000 megavatios (MW) de energías renovables en 2023, lo que supondrá que, una vez instaladas, se doble la capacidad para producir energía verde en el conjunto del territorio. Las cifras las ha ofrecido este jueves el departamento de Acción Climática, que ha sacado pecho por lo que ha considerado un cambio de tendencia histórico.
Expertos, agentes del sector y hasta las voces más críticas con las instalaciones de renovables están de acuerdo en al menos una cosa: durante la última década Catalunya se quedó atrás en energía verde. Una realidad que el Govern cree que ha comenzado a revertir en los últimos dos años, gracias al decreto aprobado en octubre de 2021 y sobre el que este miércoles ha hecho balance junto empresas del sector.
Según los datos ofrecidos por Acción Climática, a lo largo de los dos años que ha estado en vigor la nueva regulación, la Generalitat ha tramitado 110 nuevas instalaciones de eólica y fotovoltaica, que supondrán, una vez estén en marcha, 1.600 MW disponibles más. Fuentes del Govern estiman que desde que se da luz verde a los proyectos hasta que entran en funcionamiento suelen pasar entre 18 meses y tres años.
Según los datos del departamento, entre 2011 y 2021 se instalaron en Catalunya 276,3 MW de eólica y 212,8 de fotovoltaica, debido a una regulación muy restrictiva que acabó en 2019. A partir de ese año los proyectos se multiplicaron, lo que produjo según fuentes del Departamento un cuello de botella y la alarma en muchos municipios, que vieron como llegaban al territorio iniciativas desconocidas para instalar grandes parques.
El decreto de 2021, muy criticado en su momento porque podía paralizar iniciativas ya emprendidas, introdujo una nueva ordenación en el sector, al tiempo que daba incentivos a los proyectos más pequeños o que tenían más arraigo territorial. A la vez, la administración catalana hizo un esfuerzo por ser más eficaz en la tramitación.
El resultado fue que en el año 2022 se instalaron en Catalunya 101,2 MW de eólica y 292,9 MW de solar, es decir, la misma potencia que durante toda la década anterior. Ahora, con la potencia autorizada durante 2023, que supera los 1.000 MW, la Generalitat aspira a que la instalación se doble en los siguientes años.
Otra de las cifras que ilustra el fin de la “sequía renovable” son las instalaciones de autoconsumo. Según ha detallado el Govern, en este momento hay 91.000 plantas solares en los tejados, 78.000 más que hace dos años, que supondrían actualmente una potencia equiparable a la de una central nuclear si se cuenta por potencia instalada.
Con todo, y pese al acelerón, la patronal Unefcat considera que el ritmo aún es insuficiente y pide que se sigan eliminando barreras a la tramitación.
Los objetivos de la Generalitat, marcados en su prospectiva energética, suponen que en 2030 el 50% de la energía consumida en Catalunya sea de fuente renovable y que en 2050 sea el 100%. Esto supondría que en los próximos siete años se llegue a los 12.000 megavatios instalados, algo que por el momento está lejos, ya que si se llevasen a cabo todos los proyectos autorizados, la potencia instalada en los próximos años quedaría por debajo de los 4.000 MW.