Collboni se reúne con el embajador palestino tras la suspensión del hermanamiento de Barcelona con Tel-Aviv
El candidato socialista a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, se reunió este martes con el embajador de la Autoridad Nacional Palestina en España, Husni Abdel Wahed, según han confirmado a este diario fuentes socialistas.
El encuentro se produce dos meses después de que el Ayuntamiento de la capital catalana decidiera suspender el hermanamiento a tres bandas que unía Barcelona, Tel-Aviv y Gaza. Esta iniciativa, que no contaba con los votos necesarios como para aprobarse en el pleno municipal, fue tomada unilateralmente por la alcaldesa, Ada Colau.
El gesto fue calificado de “error gravísimo” por parte de Laia Bonet, teniente de alcalde y presidenta del grupo municipal socialista. El PSC argumentó que Barcelona debe ejercer su papel como capital de la Unión por la Mediterránea y no retirar su apoyo ni a la ciudadanía israelí ni a la palestina.
Precisamente en esta línea, según han apuntado fuentes socialistas, se ha desarrollado la reunión entre Collboni y Wahed celebrada ayer en Madrid. El socialista trasladó su preocupación por la situación del pueblo palestino, “especialmente en la coyuntura actual”. También se pusieron iniciativas sobre la mesa de cara a defender el “respeto a los derechos humanos y el derecho internacional” que pasan por reforzar la actividad de la Unión por la Mediterránea e “intensificar el diálogo y establecer puentes” para resolver el conflicto.
El encuentro de Collboni con el embajador palestino complementa el que ya tuvo hace dos meses con la comunidad israelí, apenas diez días después del anuncio de la suspensión del hermanamiento. En aquel momento, el líder socialista se personó en la gran sinagoga Maimónides de la ciudad luciendo una kipá -el gorro ritual judío- y se comprometió a no tolerar “discursos ni actitudes antijudías”.
Esta aparición pública avivó la polémica, provocando que 40 entidades firmaran una carta para Collboni emplazándolo a “dejar de legitimar el régimen de apartheid israelí”. Así mismo, el candidato de ERC a la alcaldía, Ernest Maragall, calificó al socialista como “Jaume II el provocador”, al considerar que su visita añadió “leña al fuego a un debate que pide sensibilidad y defensa de los derechos humanos vulnerados”.
Fin al pacto después de 25 años
El hermanamiento de Barcelona fue firmado en 1998 por el entonces alcalde Joan Clos (PSC) y se dio en el marco de los acuerdos de paz de Oslo. “Era un momento muy distinto al actual, entonces realmente se creía que se podría lograr la paz, pero poco después Israel se rebeló como una maquinaria brutal de ocupación y apartheid”, se lamentaba el activista judío Ofer Neiman en un artículo publicado en este medio diez días antes de la ruptura con Tel Aviv.
La suspensión fue el segundo rechazo que las administraciones catalanas han tenido para con la política del país asiático en el último año: el pasado verano, el Parlament de Catalunya aprobó una resolución con la que se convirtió en la primera cámara legislativa europea en reconocer públicamente que el sistema que aplica Israel en los territorios ocupados es contrario al derecho internacional y equivale al crimen de apartheid.
Este debate provocó una airada reacción de la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, que la vinculó con una “obsesión antiisraelí”. Ante esta complejidad y para evitar que la decisión del consistorio se tergiversara, Colau aseguró por carta a Netanyahu que “Barcelona es una ciudad orgullosa de su legado judío así como de las comunidades judías que hoy en día también forman parte de la ciudad. Como alcaldesa, estaré al lado de dichas comunidades a la hora de hacer frente a cualquier muestra de antisemitismo”.
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