Collboni tramita los presupuestos de Barcelona con ERC y el voto de los comuns condicionado a un tripartito
Jaume Collboni ha salvado sus primeros presupuestos como alcalde de Barcelona gracias a los votos favorables de ERC y los comuns en una primera votación en la comisión de economía. Las cuentas municipales empiezan ahora su tramitación y serán aprobadas definitivamente en el pleno municipal del 22 de marzo. Para eso queda todavía un mes, que será decisivo para el gobierno de Collboni y la configuración del Ayuntamiento de Barcelona.
Los 'comuns' ya han dejado claro que finalmente votarán en contra de los presupuestos si, en 30 días, Collboni no les pone sobre la mesa una propuesta en firme para entrar a formar parte del gobierno municipal. “Presupuesto y pacto de gobierno van de la mano. Es lo natural y lo responsable”, ha recalcado la líder en Barcelona de los 'comuns', Janet Sanz. Así, el resultado de la votación de este martes es una bocanada de aire para Collboni, que gana tiempo para decidir quién será su socio de gobierno.
Porque lo que ha quedado claro en los siete meses que hace que Collboni tomó la vara de mando de Barcelona es que el socialista no puede gobernar en solitario. Con sólo 10 concejales de 42, el PSC ya ha tenido algunos reveses importantes que demuestran que necesitará al menos un socio de gobierno.
Así se vio en el primer intento de aprobar los presupuestos; Collboni se vio obligado a retirarlos del orden del día de la comisión de economía el pasado octubre, en vista de que todos los partidos de la oposición pensaban votar en contra. “Queríamos más tiempo para el diálogo”, ha explicado Jordi Valls, teniente de alcalde de Economía.
Desde el principio, tanto 'comuns' como Junts vinculaban su sí a las cuentas a que Collboni les ofreciera un pacto para gobernar juntos. Pero el alcalde todavía no se ha decidido. De hecho, con quien muestra una mejor sintonía a día de hoy es con ERC. Tanto que los republicanos finalmente han pactado con el PSC la tramitación de los presupuestos a cambio de que el alcalde se comprometa a llevar a cabo proyectos e iniciativas por valor de 70 millones de euros. Pero en ese pacto no había ni rastro de un acuerdo de gobierno.
Aun así, ERC asegura que las negociaciones siguen en pie y no cierra la puerta a una entrada próxima en el gobierno municipal. De momento, se felicitan por el pacto de presupuestos que han firmado y por haber “movido al PSC de una acción de gobierno conservadora” y “traerlo al modelo de ciudad que defiende ERC”.
De hecho, en algunos de los puntos del pacto alcanzado para tramitar los presupuestos destacan cuestiones que van más allá del plano económico. Por ejemplo, se consensúa la creación de un comisionado para liderar un proyecto de transformación de la zona del Eje Besòs. La líder del grupo municipal de ERC, Elisenda Alamany, asegura que no se sabe todavía quién ocupará el cargo, pero no duda en dejar claro que el acuerdo con el PSC “tiene que ver con partidas presupuestarias pero también con aspectos extrapresupuestarios”, tal como expuso en una entrevista en El Periódico.
En ese medio también ha tachado de “poco consistentes” las afirmaciones que apuntan a que ERC estaría vetando un tripartito que incluyera a los comuns o, más concretamente, a la figura de la exalcaldesa Ada Colau. “Siempre hemos mostrado una actitud de predisposición y colaboración”, ha apuntado.
Por parte de los comuns, siempre han abogado por conseguir el consagrado “gobierno progresista y estable”, que estaría formado por el PSC, ERC y Barcelona en Comú y sumaría 24 concejales. Una mayoría holgada.
Con todo, no es ningún secreto que la relación de Colau tanto con Collboni como con la nueva líder municipal de los republicanos, Elisenda Alamany, no es buena. Y que el actual alcalde prefiere no compartir ejecutivo con una exalcaldesa. Collboni ha reconocido en más de una ocasión que el clima en Barcelona es de “fragmentación política” pero el gesto de ambos partidos, que ha permitido avanzar en la tramitación de los presupuestos, ha tendido puentes.
El “mayor presupuesto” de Barcelona
El teniente de alcalde de economía, Jordi Valls, se ha referido a este presupuesto como el “más grande y el mayor” que ha tenido Barcelona en toda su historia. Con un monto total de 3.800 millones de euros, el Ayuntamiento dedicará 153 millones a vivienda, 419 a adecuación de las calles y el espacio público y se sumarán 125 agentes a la Guàrdia Urbana, entre otras cosas.
Desde el PSC han calificado este presupuesto como “el más social” que ha tenido nunca Barcelona. Esta apreciación ha sido compartida por Jordi Castellana, portavoz del grupo municipal de ERC, que sólo ha tenido buenas palabras para unas cuentas que tendrán su sello. Quien sí ha discrepado ha sido el tercer grupo en discordia que se ha quedado fuera de las negociaciones.
Ramon Tremosa, concejal de Junts, ha afeado a Collboni que “nunca tuviera intención de pactar con Junts”, a pesar de las “muy agradables conversaciones” que ambos grupos han mantenido durante los últimos meses. Así, Tremosa no ha dudado en vincular el pacto entre ERC y el PSC para firmar los presupuestos de Barcelona con un posible acuerdo próximo para validar las cuentas de la Generaliat.
Por su parte, el alcalde ya aseguró hace unos días que se trata de “lógicas distintas” y ha rechazado “mezclar carpetas”. Pero a la vez ha reconocido que las conversaciones y eventuales pactos en otras instituciones favorecen el entendimiento en la capital catalana. “A veces el contexto ayuda a hacer acuerdos y a veces lo dificulta”, ha afirmado.
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