La competición entre los partidos de izquierda para presentarse como el verdadero “voto útil” en las elecciones del 23 de julio ha marcado el primer domingo de campaña electoral en Catalunya. El PSC ha reivindicado la “hoja de servicios impecable” del Gobierno de Pedro Sánchez; los comuns han prometido un Ministerio de Vivienda para controlar el “ala neoliberal” del PSOE y Gabriel Rufián ha pedido el voto para ERC para evitar un Ejecutivo “de pesadilla” de PP y Vox.
El domingo había amanecido con sendas encuestas de conclusiones opuestas en la prensa catalana: mientras La Vanguardia pronosticaba una holgada victoria de PP y Vox, el ARA situaba a la coalición de izquierdas y partidos soberanistas con condiciones de repetir mayoría. Lo que sí mantenían ambos sondeos es una victoria clara del PSC en Catalunya, arrebatándole a ERC el primer puesto logrado en 2019.
Conscientes de la necesidad de movilizar al electorado soberanista y evitar que se decante por la papeleta del PSC o de Sumar, Gabriel Rufián ha advertido de que las peores pesadillas “son las que son posibles”, en referencia a un Gobierno de PP y Vox.
Durante un mitin en Lloret (Girona), ha insistido en que “según los datos parece que es bastante probable” un Ejecutivo con presencia de la ultraderecha, y ha asegurado que solo ERC puede impedirlo, pero no los socialistas ni Sumar.
Tirando de ironía, Rufián ha relatado que tuvo una pesadilla con las consecuencias de un Ejecutivo PP-Vox: Pitingo dirigiría el Ministerio de Cultura, Desokupa el de Vivienda, Javier Ortega Smith de Justicia y Santiago Abascal de Interior, con Alberto Núñez Feijóo de presidente.
Menos irónico, ha augurado: cerrarían TV3, ilegalizarían los partidos independentistas, Òmnium, ANC y PAH; eliminarían el catalán; derogarían leyes, como las de violencia de género, aborto, LGTBI+, vivienda, muerte digna y memoria democrática; bajarían las pensiones, eliminarían las huelgas y otros derechos laborales, se trabajaría 45-50 horas semanales y 9 políticos independentistas volverían a la cárcel.
La vivienda ha protagonizado el acto electoral de este domingo de los comuns. La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha reivindicado que el “voto útil para defender el derecho a la vivienda” es Sumar y no el PSOE. Según Colau, la única manera de garantizar que la ley de vivienda “no se recorte y se derogue sino que se amplíe” es reeditar la coalición con más apoyos para su partido, que podrá controlar que “el alma neoliberal” de los socialistas no se doble a las presiones del “partido inmobiliario”.
“Este ala conservadora del PSOE necesita que Sumar y En Comú Podem entren con la máxima fuerza en el Gobierno de España”, ha aseverado Colau.
Por su lado, la jefa de lista de los comuns, Aina Vidal, ha prometido un Ministerio de Vivienda (ahora está integrado en Transportes) si logran reeditar un Gobierno con el PSOE. “Es fundamental”, ha defendido Vidal, que ha considerado “incomprensible” que no exista una cartera específica sobre vivienda en el Ejecutivo.
Los socialistas han celebrado su acto electoral en Tarragona, donde su jefa de lista de la provincia, Valle Mellado, ha reivindicado la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez como una “hoja de servicios impecable” que se ha traducido en mejoras sociales e inversiones en la demarcación.
Mellado ha pedido “llenar las urnas de votos socialistas” porque, ha mantenido, convierten “los votos en progreso”. “Feijóo dice que le quita el sueño la unidad de España y cómo los ciudadanos debemos relacionarnos unos con otros. Lo que quiero decirle es que duerma tranquilo, que el Gobierno lo seguiremos gobernando los socialistas, que somos los que garantizamos la convivencia”, ha terciado la cabeza de lista por Barcelona, Meritxell Batet.
Más centrado en la cuestión nacional sigue Junts, quien quiere vencer a ERC este 23J para recuperar la hegemonía en el lado independentista. La cabeza de cartel del partido, Míriam Nogueras, ha defendido que irán a Madrid a hacer las cosas de una forma diferente a lo que ha hecho hasta ahora ERC, a quien ha vuelto a criticar por su estrategia de negociar con el Gobierno.
“Intentar hacer mejor lo que hacía Duran no es la solución”, ha advertido la candidata este domingo. Un mensaje que ha remachado el número 5, Aleix Sarri, que se ha centrado en la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Gobierno: “La señal más extraña que hemos enviado (en Europa) es la mesa de diálogo. Por una lado hemos dicho que nos reprimen y por otro nos hacemos fotos”. “Cada pacto con el PSOE debilita el independentismo”, ha agregado.