El concejal que denunció las irregularidades en la gestión del Consell Esportiu de L'Hospitalet, Jaume Graells, ha dejado su cargo público y ha roto el carné del PSC entre duras críticas a la dirección del partido, a la que ha acusado de actuar con “hermetismo”, “pasividad” y de haberlo condenado al “ostracismo” tras denunciar el caso de corrupción.
Graells dio la voz de alarma del caso en febrero de 2020, y siempre ha mantenido que tanto la reacción de la alcaldesa, Núria Marín, como del partido fue insuficiente. La investigación iniciada por la denuncia de Graells ha seguido su curso y, a la espera del desenlace de la pieza principal, la Fiscalía ya ha presentado el primer escrito de acusación, en el que reclama 4 años y medio de cárcel a dos exconcejales socialistas –tuvieron que dimitir por el escándalo– por estafar al Consell falseando una indemnización por despido.
En una carta dirigida al primer secretario del PSC, Salvador Illa, Graells lamenta el “triste” y “decepcionante” abordaje del caso de corrupción que, a su juicio, ha llevado a cabo del PSC. Para el concejal el partido debería haberlo protegido más como denunciante y tomar decisiones respecto a los cargos socialistas imputados en vez de “escudarse” en que la causa se encontraba bajo investigación y todavía no se había abierto juicio oral.
“Depurar responsabilidades políticas no es juzgar, es empezar a hacer las cosas bien en aplicación comprometida y ejemplar de los principios éticos fundacionales del PSC”, mantiene Graells en su misiva, en la que lamenta el “hermetismo”, la “pasividad”, el “cerrar filas” y hasta el “silencio atronador” y la “represión contra quien se sale del guion y se decide a denunciar la corrupción”. “La ciudadanía de L'Hospitalet merece otra respuesta del PSC. La ciudadanía de L'Hospitalet merece explicaciones de todo lo que ha pasado”, apostilla.
Sostiene Graells que en sus décadas de militancia ha mantenido una “lealtad incuestionable” con el partido, pero que el PSC lo ha condenado “al más injusto de los ostracismos” por haber denunciado la corrupción en el Consell. “Todo ello es lamentable para mí. Es el mundo al revés”, zanja Graells.
El sumario del caso pone de manifiesto el enfrentamiento que dos de los principales acusados del caso, los exediles Cristian Alcázar y Cris Plaza, mantuvieron con Graells después de que denunciara el desvío de fondos del Consell para gastos particulares como cenas o libros. El enfrentamiento llegó hasta las asambleas del PSC de L'Hospitalet. En una de ellas, desvelada por elDiario.es y celebrada telemáticamente durante la pandemia, Alcázar tildó a Graells de “impresentable” y le exigió que cortara el micrófono.