Sant Andreu Jazz Band, la 'Masía del jazz' donde niñas y niños aprenden mientras tocan en directo
“En esta foto puedes ver a Elsa Armengou con su trompeta al lado de Jesse Davis en el Palau de la Música”, comenta el saxofonista y contrabajista Joan Chamorro mientras señala a una de las muchas fotografías que cuelgan de las pareces de su estudio insonorizado en el barrio barcelonés de Sant Andreu del Palomar, donde vive y trabaja. Él la llama “la jazzhouse” y es una casa apareada seguramente de principios del siglo XX que hace las veces de sede de la Sant Andreu Jazz Band (SAJB), el proyecto de su vida.
El que una muchacha aparezca tocando junto al gran saxofonista estadounidense no debería despertar gran sorpresa, pues son muchos los músicos consagrados que pasan por las ciudades españolas y tocan con sus colegas locales. Sin embargo, si se aclara que en la foto Eva Armengou tenía apenas 9 años la cosa cambia. ¿Qué hace esa niña ahí? La respuesta es clara y concisa: tocaba en la Sant Andreu Jazz Band.
Ya no lo hace porque ahora es mayor de edad y tiene carrera propia. “Entran a la SAJB a los 7 u 8 años y a los 21 se tienen que ir porque esto es una orquesta-escuela, no está pensado como un negocio tipo Operación Triunfo y hay que abrir paso a otros músicos”, suelta Chamorro, que destaca que en la SAJB se han hecho talentos como el de Andrea Motis, Eva Fernández o Rita Payés, jazzwomen ya consolidadas en el panorama estatal.
Otros como Koldo Munné, aunque todavía permanecen en la orquesta, ya están preparados para dar el salto a la profesionalidad. “Koldo llegó muy pequeño y no sabía leer partituras; en la SAJB no lo necesitó, aprendió con el oído y ahora es un cantante excepcional, un trompetista de nivel y un gran improvisador”, comenta Chamorro.
Munné, como antes Motis, Armengou, Payés y muchos otros, tuvo su disco Joan Chamorro presenta a... Se trata de una grabación que vendría a ser el trabajo de final de carrera de los músicos de la SAJB, un puente para lanzarse a la vida profesional. Antes han grabado infinidad de temas en los álbumes de la SAJB que Chamorro edita con regularidad. “Los discos y los conciertos que van saliendo suponen un gran estímulo para los integrantes, de modo que se motivan para ir aprendiendo y así van enamorándose cada vez más del jazz”, dice el padre de la orquesta, que remacha: “En el momento de irse, Elsa había grabado más de 50 discos”.
El método Chamorro
Sentado en un sillón de su estudio, Chamorro se explaya relajadamente sobre su sistema de enseñanza. Detrás de él se perfila un pequeño Buda en uno de los anaqueles plagados de CD's. “Aplico mucho la paciencia”, dice sonriendo ante la alusión a la estatuilla. Explica que su método consiste en enamorar al alumno y para ello requiere repetidas escuchas de piezas y cortes de melodías jazzísticas. “Es una inmersión”, observa.
Las selecciona en función del perfil y edad del alumno para que este (o esta) pueda imitarlas con su instrumento; con el paso de los meses y años, los jóvenes integrantes de la SAJB aprenden melodías cada vez más complejas hasta alcanzar la maestría. No usan partituras y Chamorro explica el porqué: “Cuando tu aprendes a hablar un idioma, lo haces escuchando a otras personas y poco a poco los vas imitando cada vez mejor; la gramática entra mucho mejor si ya dominas el habla”.
“Yo les llenó de melodías, de audiciones de discos, CD's y Spotify para que acostumbren su oído y se entusiasmen a medida que comprueban que pueden tocas las piezas”, añade. Y aclara que los temas que vamos tocando permiten a los alumnos desarrollar su talento: “no se trata de frustrarlos con retos difíciles para ellos sino, al contrario, que su mejora sea siempre un gozo, no un sufrimiento”.
Cita la película Whiplash como un ejemplo de lo que no debe ser la enseñanza, pero puntualiza que sus alumnos están constantemente expuestos a retos a través de las grabaciones de discos que realiza la SAJB y las actuaciones en directo en escenarios como el Liceo, el Palau de la Música o las salas de jazz de Madrid como el Café Central, donde acuden con frecuencia.
La SAJB como un caso único
“El dinero que se gana con los discos y bolos de la SAJB va todo para el proyecto, los músicos no cobran nada”, desvela Chamorro, que no obstante matiza que “de los discos de presentación y los bolos que hacemos fuera de la SAJB, por supuesto cobran su parte”. “Para el año que viene Wynton Marsalis nos ha invitado a tocar en Nueva York, en el Lincoln Center durante el festival Ellington Essencial, que cumple 30 años”, comenta y agrega: “ya veremos cómo nos las arreglamos para ir”.
No le da más importancia al hecho de que un músico consagrado como Marsalis, director artístico del Lincoln Center en materia de jazz, invite a una big band donde hay niñas y niños que todavía no han alcanzado la adolescencia. “Tocan como músicos de jazz, si bien es cierto que tocamos piezas que todos los músicos de la orquesta pueden tocar”, asegura. Presume además de ser “un caso único en el mundo”.
Dice que hay muchas big band juveniles pero ninguna con menores. También que tocar junto a los grandes nombres, cuando hacen colaboraciones, es un gran estímulo para alumnas y alumnos, que de este modo mejoran a gran velocidad. Chamorro lo ilustra del siguiente modo: “La enseñanza tradicional dice: 'Ya disfrutarás cuando salgas del conservatorio', pero en la SAJB el disfrute empieza desde el minuto cero, lo que cuenta es ser feliz haciendo el aprendizaje”.
Chamorro destaca que su método es un excelente entrenamiento para la enseñanza normativa, la del colegio y el instituto, porque “potencia la memoria, la audición y la concentración además de la comprensión de estructuras matemáticas, ya que la música es en el fondo pura matemática”. En cuanto al sistema de entrada en la SAJB, que Chamorro bautiza como “la Masía del jazz” (en referencia a la escuela de jugadores del F.C. Barcelona), el musico asegura que funciona como las pruebas para ingresar en las categorías menores de los clubes de Fútbol.
“Les pongo pruebas, ellos las interpretan y en función de la evolución que se va dando juzgo si pueden o no encajar en la orquesta”, aduce. Añade que ahora acaba de entrar una alumna de 13 años y un chico de 14 que han estado sometidos a pruebas durante dos años. “Si siguen mejorando al ritmo que lo hacen, serán dos fuera de serie”, suelta el músico y profesor, que anteriormente enseñó durante décadas en el Taller de Músics y en la Escola de Música de Sant Andreu.
Festival Jazzing de Sant Andreu, el otro 'hijo' de Chamorro
Joan Chamorro tiene otro proyecto profesional que le roba el corazón. Se trata del Jazzing Festival, el festival de jazz de Sant Andreu que organiza desde hace 11 años. La presente edición, que estuvo a punto de no celebrarse, según Chamorro por el tibio apoyo de las instituciones a la iniciativa, se desarrollará en el espacio de artes escénicas del edificio Fabra i Coats, una antigua fábrica hoy reciclada como centro cultural vecinal.
“Lo comenzamos a organizar en 2013 con el fin de traer a los distintos músicos que íbamos conociendo en las giras de la SAJB, que a su vez nació en 2006 y poco a poco fue cogiendo consistencia y repercusión internacional”, confiesa. La iniciativa nació a raíz de la película A Film About Kids and Music, un documental de Ramón Tort y Borja Duñó sobre la SAJB que llegó a estar nominado en los Goya de 2014. “Aquello me animó a que tuviéramos nuestro propio festival”, dice.
Desde entonces han pasado infinidad de figuras por el festival, que incluye este año jam sessions entre los asistentes y las figuras que acuden. Estarán presentes nombres de la talla de Jon-Erik Kellso o Scott Robinson, además de la berlinesa Jungle Jazz Band o el trompetista catalán Ricard Gili, fundador de la big band La Locomotora negra.
El Jazzing Festival se desarrolla entre el 28 de agosto y el 1 de septiembre, y junto a las actuaciones y las jam sessions se desarrolla el no menos interesante Jazz Education Stage, “al que acuden músicos de toda España y también extranjeros con el fin de aprender y compartir la experiencia de la SAJB”. Durante el mismo, Kellso, Robinson, Gili o los integrantes de la Jungle Jazz Band impartirán clases magistrales.
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