El Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha sido incapaz de aprobar los presupuestos para este 2013 y ha tenido que conformarse con mantener el que ya aprovó el curso pasado y desbloquear pequeñas partidas gracias al apoyo del PP. Esto ha implicado una inversión muy inferior a la de años anteriores: si durante el mandato pasado se invirtieron una media de 818 millones de euros anuales, este 2013 sólo se han presupuestado 254. Y la diferencia se nota.
También se nota el giro ideológico del nuevo Gobierno de CiU: el anterior equipo, formado por PSC, ICV y con el apoyo de ERC, apostó por los barrios de la ciudad invirtiendo mucho dinero y visitando zonas que ningún alcalde antes de Jordi Hereu había tenido en cuenta. Las prioridades políticas de CiU y PP, sin embargo, son otras, y el gasto que han destinado a los barrios ha caído en picado. El presupuesto es menor y las prioridades, diferentes.
Uno de los portavoces de la activísima plataforma Nou Barris Cabrejada Diu Prou ('Nou Barris Cabreada Dice Basta), Pep Ortiz, denunció que el Ayuntamiento “está invirtiendo en la Rambla de Cataluña, la Diagonal y el Paseo de Gracia y está olvidando Nou Barris”, siendo este uno de los distritos con uno de los niveles socioeconómicos más bajos.
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) ya denunció cuando se aprobó el Plan de Inversiones Municipales (PIM) que las previsiones “ignoran completamente las demandas que con más insistencia han hecho los barrios (guarderías, bibliotecas. ..) y en cambio se dedican muchos recursos a la Barcelona de escaparate (reforma del Paseo de Gracia, el Paralelo, el Born ...)”. La nueva partida económica pactada con el PP, de 103 millones de euros, aunque incrementa más esta diferencia, ya que incluye la reforma de la Avenida Diagonal -entre el Paseo de Gracia y la plaza Francesc Macià- ni siquiera estaba prevista en el PIM.
Barrio obrero o barrio rico
Barrio obrero o barrio rico
Unas estadísticas del propio consistorio reflejaron recientemente que las rentas de los vecinos de los barrios obreros están cada vez más lejos de las de los barrios más acomodados, que cada año son más ricos. Ante el distanciamiento social entre distritos, las comparaciones son inevitables. Si los vecinos de Nou Barris se indignan cuando escuchan hablar de la transformación de la Diagonal o de las inversiones en la Rambla de Cataluña, los de la plaza Sanllehy, en el barrio del Guinardó, también están cabreados. Desde hace ocho años la plaza se ha convertido en un pozo inmenso debido a la construcción de la L9 de metro, que está paralizada por los recortes desde hace dos años, y muchos comercios han tenido que cerrar porque las obras les han ahuyentado a los clientes. Los vecinos reclaman que, como ha sucedido en la zona bienestante del Putxet, se reurbanice temporalmente el pozo hasta que se reanuden los trabajos.
También ha generado indignación otro punto acordado entre CiU y PP para destinar hasta 259.000 euros a la construcción de un aparcamiento para autocares escolares en la avenida Esplugues, desde donde saldrán unas pasarelas que conectarán con escuelas privadas y de élite como son el Thau, el Sant Peter's School, Solc y la Santísima Trinitat. Esta intervención quiere reducir los problemas de tráfico que hay en la zona.
Desde el PSC coinciden con el diagnóstico vecinal y denuncian la “desatención que sufre el territorio” y la “política de parches” que emplea el gobierno de Xavier Trias. Los socialistas recuerdan que “en la caja hay dinero” y aseguran que “si la ciudad está en una situación de emergencia hay que destinar todos los recursos posibles”.
Falta de concejales
Falta de concejales
Otro de los problemas con que se está encontrando el equipo de Trias a la hora de mimar a los barrios de la ciudad es la falta de efectivos. El gobierno de CiU está en una clara inferioridad numérica ya que sólo cuenta con 14 ediles -de 41- y la ciudad tiene 10 distritos, además de todas las sectoriales. Con tan pocos concejales, es casi imposible atender a los barrios de manera efectiva. Fuentes de la FAVB, así como de diferentes asociaciones de vecinos consultadas, lamentan también que los concejales de CiU no están tan acostumbrados a pisar el territorio ni a los procesos participativos. “No es una cuestión de dinero, es su talante”, lamenta Pep Ortiz, de Nou Barris.
Otro ejemplo es el caso de Horta, donde los vecinos han descubierto que el distrito quiere privatizar la gestión del Centro Cívico Matas i Ramis cuando el concurso para adjudicarlo ya estaba en marcha. “Se llenan la boca de participación y lo sacan a concurso sin siquiera avisar”, denuncia Rosa Maria Graells, recordando que existe una comisión de seguimiento de todo lo que pasa en el Centro Cívico. Esta líder vecinal reconoció que si desde el distrito les hubieran avisado que pretendían externalizar la gestión, muy probablemente se habrían puesto de acuerdo. También existe el ejemplo del intento de reformar de la Rambla del Poblenou, que se tuvo que suspender debido a la movilización vecinal.
Otra voz similar es la de Manuel Martínez, presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Martí de Provençals y uno de los líderes vecinales que más conoce a los políticos. “Tienen un diálogo muy amigable, te dicen a todo que sí, pero en todo el tiempo que llevan no han hecho ningún tipo de inversión”, dice hablando de los concejales de CiU. “La gente está enfadada. Me parece que se están esperando al último tramo del mandato para empezar a hacer cosas, pero se les verá el plumero y la gente les hará pagar”.