Nissan cerrará la planta de la Zona Franca de Barcelona y trasladará la producción a fábricas de Renault, según han informado este jueves el diario económico japonés 'Nikkei'. El movimiento se enmarca en un plan de reestructuración de la compañía para hacer frente a la caída de ventas que ha provocado la pandemia del coronavirus después de años de disminución de beneficios.
Los trabajadores de la empresa japonesa en Catalunya están en huelga indefinida desde el 4 de mayo para protestar por la amenaza de cierre, que se cierne sobre la fábrica sobre todo desde que la automovilística anunciara a principios de año que estudia la viabilidad de las sus instalaciones. El comité de empresa se reunirá este viernes con el departamento de Trabajo para tratar el conflicto actual.
La información de 'Nikkei' llega tras meses de filtraciones que apuntan a que la alianza internacional Renault-Nissan-Mitsubishi reorganizará sus industrias y que la firma nipona aprovechará la crisis de la COVID-19 para reducir la presencia en Europa y replegarse en Japón, China y en Estados Unidos. Según el medio nipón, Nissan podría reducir su capacidad de producción un 20% hasta el año fiscal que termina en marzo de 2023.
La multinacional presentará los resultados del 2019 e inicio del 2020 el próximo 28 de mayo, cuando se espera que también concrete su plan de negocio a medio plazo y se confirme el cierre de las fábrica de Barcelona. Si la planta barcelonesa cierra, estarían en riesgo más de 3.000 empleos directos y 20.000 indirectos.
Nissan reinició la actividad en la Zona Franca el 4 de mayo para poder terminar un pedido de más de 1.000 pick-ups que debía enviar a finales de mayo. Dos días más tarde se tuvo que paralizar la producción por problemas de suministro causados por la huelga indefinida de trabajadores, que se ha concentrado en el centro de estampación de Montcada i Reixac.
En un inicio, la automovilística decidió enviar a casa todos los trabajadores afectados por la falta de piezas en casa en un permiso retribuido pero terminó optando por incluir los 900 trabajadores de la línea 2 al Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor que tenía aún vigente. Los sindicatos han presentado una demanda contra la multinacional porque consideran que este movimiento “vulnera el derecho de huelga”.
Antes del parón provocado por la epidemia, la fábrica de la Zona Franca producía al 30% de su capacidad. Durante el último trimestre, la empresa comunicó la pérdida de un modelo, la pick-up X Class de Mercedes, y la reducción de la producción de la furgoneta e-NV200. La dirección europea aseguró que el informe sobre la viabilidad de la empresa no se haría público antes del verano. Mientras tanto, los trabajadores iniciaron una serie de protestas para reclamar nuevos modelos que permitieran salvar la planta y que quedaron paradas por la pandemia.