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La filosofía interesa, y mucho

Oriol Puig

Barcelona —

La filosofía nació al aire libre y actualmente vuelve a las calles. En el marco del Barcelona Pensa que se celebra estos días, se programan exposiciones, coloquios, cafés filosóficos, talleres creativos y lúdicos, actividades infantiles y espectáculos de todo tipo. Se trata de demostrar que la filosofía también puede ser cercana, fresca, actual, punzante, e incluso, divertida, pero necesaria. El programa del festival aborda temas tan universales como el presente, las nuevas tecnologías, la ética, la estética, el arte, el erotismo o el valor de la verdad, y temas tan cotidianos como el hogar, el cuerpo o el dinero, entre otros.

Al frente de este festival innovador hay Laura Llevadot, profesora de Filosofía Contemporánea de la Facultad de Filosofía de la UB, que explica que “el Barcelona Pensa quiere hacer salir la filosofía de las aulas para mostrar que lo que hace pensar el filósofo, en realidad, forma parte de nuestras vidas cotidianas, de las narrativas con que nos decimos quiénes somos, de nuestras prácticas y decisiones más íntimas”. Por ello, según Llevadot, “el derecho a la filosofía es tan imprescindible en una sociedad democrática, porque nos permite cuestionar lo que somos y queremos ser”. La directora del festival asegura que quiere borrar la frontera clásica entre la alta y la baja cultura para generar un espacio de encuentro. En este sentido, destaca que “la primera edición del festival demostró que, contra lo que se dice desde ciertas instancias gubernamentales, la filosofía interesa, y mucho. En esta edición queremos seguir demostrando y hacer, entre todos, del derecho a la filosofía, un derecho fundamental ”.

Mientras que en el ámbito político la filosofía ha perdido peso, en la sociedad hay un interés que no hace más que crecer. “Es algo que tiene que ver con el momento económico y social. Cuando conceptos que creíamos eternos se ponen en cuestión, aquí la filosofía entra en juego. Muchos están replanteando ahora cómo quieren vivir su vida, como quieren ser gobernados, qué tipo de trabajo o de soberanía quieren. Es un momento fantástico para la filosofía”, opina la directora del festival. “Heidegger decía que la filosofía aparece en el momento en que algo no funciona”, añade.

Llevadot enseña Filosofía Contemporánea en la UB desde hace más de una década y asegura que “los alumnos que eligen esta carrera son totalmente vocacionales, nadie estudia Filosofía para encontrar trabajo”. También coordina el Master en Filosofía Contemporánea y en los últimos años habla de “resistencia” ante los intentos para eliminar la filosofía de los programas educativos. “No se trata de corporativismo, sino de alertar que eliminar la filosofía de nuestras vidas no es cualquier cosa. Es importante para todos. Reivindicamos el derecho democrático a la filosofía ”.

En esta dirección, el último libro de Marina Garcés, Filosofía inacabada (Galaxia Gutenberg), habla de la filosofía como pensamiento vivo. No ofrece fórmulas o recetas. Es necesaria para la vida concreta de cada uno de nosotros y para nuestras sociedades en crisis. Hay quien piensa que la fiolosofía debe ser protegida y defendida como si fuera una pieza de museo o una especie en extinción. Marina Garcés subraya todo lo contrario “la filosofía no puede preservarse, tiene que practicarse y exponerse”. Garcés propone abrir-nos al presente de una filosofía inacabada para un mundo que muestra síntomas de agotamiento.  

La filosofía nació al aire libre y actualmente vuelve a las calles. En el marco del Barcelona Pensa que se celebra estos días, se programan exposiciones, coloquios, cafés filosóficos, talleres creativos y lúdicos, actividades infantiles y espectáculos de todo tipo. Se trata de demostrar que la filosofía también puede ser cercana, fresca, actual, punzante, e incluso, divertida, pero necesaria. El programa del festival aborda temas tan universales como el presente, las nuevas tecnologías, la ética, la estética, el arte, el erotismo o el valor de la verdad, y temas tan cotidianos como el hogar, el cuerpo o el dinero, entre otros.

Al frente de este festival innovador hay Laura Llevadot, profesora de Filosofía Contemporánea de la Facultad de Filosofía de la UB, que explica que “el Barcelona Pensa quiere hacer salir la filosofía de las aulas para mostrar que lo que hace pensar el filósofo, en realidad, forma parte de nuestras vidas cotidianas, de las narrativas con que nos decimos quiénes somos, de nuestras prácticas y decisiones más íntimas”. Por ello, según Llevadot, “el derecho a la filosofía es tan imprescindible en una sociedad democrática, porque nos permite cuestionar lo que somos y queremos ser”. La directora del festival asegura que quiere borrar la frontera clásica entre la alta y la baja cultura para generar un espacio de encuentro. En este sentido, destaca que “la primera edición del festival demostró que, contra lo que se dice desde ciertas instancias gubernamentales, la filosofía interesa, y mucho. En esta edición queremos seguir demostrando y hacer, entre todos, del derecho a la filosofía, un derecho fundamental ”.