La web del IDIBELL (Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge) destaca entre las noticias del día el hallazgo de uno de sus grupos de investigación: “Desarrollan un modelo de radioterapia que permite probar en ratones nuevos tratamientos de quimioterapia contra la metástasis cereberal”.
La dirección del centro, una fundación participada por el Hospital Universitario de Bellvitge, el Instituto Catalán de Oncología y la Universidad de Barcelona, ââha decidido, sin embargo, despedir por motivos económicos a la coordinadora del estudio, la doctora Àngels Sierra.
Además de Sierra, dedicada a la investigación del cáncer de mama desde 1992, el IDIBELL despedirá en los próximos días a tres investigadores, entre ellos, a la doctora Teresa Casals, pionera en el diagnóstico neonatal de la fibrosis quística.
“Tanto aquí como afuera el despido de la doctora Casals se ha recibido con estupefacción. Su trabajo es fundamental para el diagnóstico genético de la fibrosis. Nadie puede sustituirla, hace 25 años que se dedica a investigar esta enfermedad ”, lamenta Celestino Raya, presidente de la Asociación catalana de fibrosis quística.
Los recortes y una gestión, la del director Emilià Pola, cuestionada por los profesionales afectados golpean el activo más importante de uno de los cinco primeros centros de investigación de España, un centro líder en medicina celular.
Hace un mes y medio que los investigadores del IDIBELL recibieron una carta de la dirección comunicándoles su despido el próximo 22 de junio. “Los motivos son puramente económicos. En el último año los ingresos del Instituto disminuyeron en un millón de euros. Y se ha cerrando el ejercicio de 2012 con un déficit de 300.000 ”, explica Jordi Morató, responsable de comunicación del IDIBELL.
“Dicen que la solución pasa por despedir investigadores sin haber contemplado ninguna otra medida”, denuncia la doctora Àngels Sierra. “También se ha rebajado sueldos, se han ajustado becas internas y se está discutiendo otras medidas”, apunta Morató, sin precisar cuáles.
Obligado por ley en 2010 a aplicar una política de contención, en un año el centro aumentó los gastos en 4,1 millones y medio de euros. De hecho, según las cuentas de la entidad, de 2010 a 2011 sólo se recortó el gasto en investigación y desarrollo y en reparación y conservación del centro.
Irregularidades en el proceso de elección de los despedidos
Irregularidades en el proceso de elección de los despedidos
Además del recorte en investigadores, los afectados denuncian irregularidades en el proceso de elección de quién se va a despedir.
“Se ha hecho todo a espaldas de los comités científicos, tanto interno como externo”, insiste la doctora Àngels Sierra. “Este es un procedimiento de urgencia, el objetivo es salvar la situación económica del centro y es potestad de la dirección. Ni los patronos, ni la dirección, ni los socios de la Fundación han creído conveniente discutir la medida con los órganos del centro ”, conviene Morató.
“La dirección no sólo fijó unilateralmente los criterios en la elección de los despedidos, sino que ha evaluado la actividad científica de manera sesgada, arbitraria e incompleta”, abunda Sierra. “Las líneas que se cierran, aportaban unos ingresos para el Instituto muy por debajo de la media”, señala el portavoz del IDIBELL, evidenciando que en la decisión prima, por encima de todo, el criterio de rendimiento económico.
Después de conseguir tres patentes y de tener una cuarta en camino, Sierra lamenta que, “si el problema es económico”, desde el Instituto no se haya trabajado lo suficiente en “la explotación de las patentes” para lograr nueve recursos.
Los afectados denuncian también que, mientras el IDIBELL despide investigadores, ha incorporado un técnico adjunto a la dirección. “Ha sido una sustitución”, justifica Morató. “No se ha creado un nuevo cargo ni ampliado la plantilla para esta parte, se ha sustituido una figura que ya existía”.