¿Cómo puede acabar Salud con las derivaciones del Parc Taulí a la privada?

El nuevo conseller de salud, Toni Comín, se ha estrenado en la comisión de salud del Parlament de Catalunya con una declaración contundente. El Departamento de Salud sacará dos centros de titularidad privada con ánimo de lucro del SISCAT, la red de utilización pública. Ha concretado, de hecho, que será el 22 de febrero, cuando se celebra el próximo consejo de administración del CatSalut, cuando la Clínica del Vallès y el Hospital General de Catalunya, ambos de la empresa quironsalud, saldrán del SISCAT. “Es el paso más importante en términos de reforzar el carácter público del sistema sanitario”, ha dicho el conseller. Ahora bien, que estos dos centros queden fuera del SISCAT no quiere decir que los contratos que actualmente tiene el CatSalut con esta empresa queden de un día para otro rescindidos.

Así lo constatan desde el Hospital Parc Taulí de Sabadell, el centro público de referencia que más derivaciones hace a estos dos hospitales privados. Como han explicado desde el departamento de comunicación a Catalunya Plural, el CatSalut les informó que no se renovaría el contrato con la Clínica del Vallès, y que por tanto todos los pacientes que se derivan serían absorbidos de nuevo por el Taulí. Eso si, se dejaría de hacer en agosto, cuando termina el contrato, no en febrero. Y aún así, desde comunicación confirman que la fecha podría retrasarse si de aquí a agosto no se han conseguido los recursos o la capacidad para absorber toda la actividad derivada. Es decir, estos dos centros quedarán fuera del SISCAT pero los contratos se mantendrán, por el momento.

La dirección del Taulí no ha recibido aún instrucciones en cuanto a las derivaciones en el Hospital General de Catalunya ni se han concretado los detalles del anuncio que hoy ha hecho el consejero. Salud no ha dicho si se dotará de más recursos al Taulí o qué pasará con los enfermos que se derivan a los centros privados, que son muchos.

Hace unos meses Catalunya Plural hablaba de las derivaciones que hace el centro público en estos dos hospitales de titularidad privada. En total, sólo el primer semestre de 2015 el Taulí había derivado 1.607 operaciones quirúrgicas en la Clínica del Vallès. Estas derivaciones se continuaron realizando en verano mientras el hospital mantenía quirófanos inutilizados. Las derivaciones para hospitalización también se seguían haciendo aunque había alrededor de 90 camas cerradas. Pocos días después de la denuncia hecha por los trabajadores a Catalunya Plural el hospital decidió reabrir 12 camas, debido en parte, a la fuerte presión asistencial del servicio de urgencias que continuamente se satura debido a la falta de drenaje de los pacientes en planta.

“Celebramos la noticia, pero queremos más respuestas. ¿Qué pasará con los enfermos del Taulí cuando las urgencias estén saturadas y las camas de planta llenas? ¿Qué pasará con las listas de espera? ¿Volverán a crecer de nuevo? ¿Qué pasará con los cirujanos que vamos a operar en el Hospital General de Catalunya a pacientes del Taulí?”, reflexiona Jorge Serrano, presidente del comité de empresa del Taulí a Catalunya Plural. Por su parte el Departamento de Salud no ha respondido a este diario sobre esta cuestión. 

¿Puede la pública absorber toda la actividad?

“Está claro que para asumir toda la actividad se debe rearmar (el Taulí) y se puede hacer con los recursos que no destinas a la privada, ya que no les compras actividad a ellos”, declara Isabel Vallet, del grupo de trabajo de salud de la CUP en Catalunya Plural. Por eso, según ella es necesario no sólo hacer fuera del SISCAT los centros como la Clínica del Vallès o el Hospital General, sino toda aquella actividad que se realice con ánimo de lucro. Como es el caso del Hospital Clínic, con su ala privada, el BarnaClínic u otras fundaciones privadas que están dentro del sistema, como la Clínica de Girona. “Con los centros ICS (del Institut Català de la Salut) a pleno rendimiento la actividad a derivar sería mucho menor”, explica Vallet. Y recuerda que si estas derivaciones se hacen es porque el CatSalut así lo desea. “Lo que no tiene sentido es tener 300 camas y quirófanos cerrados en Vall d'Hebron, y personal en la calle y comprar actividad a las multinacionales”, añadió.

Josep Martí, fundador del Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS) y representante del Ayuntamiento de Barcelona al Consorci Sanitari de Barcelona, está de acuerdo en que la manera de revertir esta actividad es destinando los recursos que ahora van a la privada en los centros públicos. “Los recursos que iban a la Clínica del Vallès y en el Hospital General deberían ir al Taulí y se debería planificar de qué forma el Taulí puede absorber esta actividad”, dijo en declaraciones a Catalunya Plural.

Martí está muy convencido de que, en contra de lo que solía defender el ex consejero Boi Ruiz, entre los centros públicos y aquellos sin ánimo de lucro se puede absorber toda la actividad. “Si sale la Clínica Sagrat Cor del SISCAT se puede repartir la actividad pública que hacía este centro entre el Clínic, Vall d'Hebrón o la Clínica Plató, que es privada pero al menos sin ánimo de lucro”, explica.

De hecho Martí dice que el Hospital Vall d'Hebron ya ha recibido la orden de dejar de derivar pacientes al Sagrat Cor. Una práctica que sobre todo se empezó a hacer en 2014. Antes estas derivaciones se hacían en la Clínica Sant Rafael, sin ánimo de lucro.

Jorge Serrano, del comité de empresa del Taulí también lo tiene claro. “Faltan recursos, necesitamos los recursos económicos que se derivan”, dijo. Serrano recuerda que desde el Taulí se derivan alrededor de 2.500 intervenciones quirúrgicas y 1.000 hospitalizaciones en la Clínica del Vallès y alrededor de 500 intervenciones en el Hospital General. Por ello, si esta actividad vuelve al Taulí dice que es imprescindible aumentar los recursos. Porque además, recuerda que el Taulí sufre “un déficit claro y estructural de camas”. En total hay 1,7 camas por cada 1.000 habitantes cuando en principio tocaría a más de 3, explica. “Hay días que los enfermos que han sido operados deben pasar la noche en la sala de despertar porque no pueden ser ingresados. La semana había 9 pacientes en esta situación”, reivindica. Aparte de los recursos este cirujano dice que sería necesario ampliar las infraestructuras del centro o bien pensar en abrir otro centro público que pueda absorber pacientes de la zona. “No se pueden dilatar más las cosas, ahora tiene que llegar el dinero y hacer un buen estudio para ver cómo tenemos que hacer todo esto”, expresó.

“El problema de las derivaciones también se debe al mal sistema de pago que hay”, explica por su parte Martí. El ex conseller solía argumentar que los centros privados ofrecen mejores precios que los públicos y que por tanto salía más barato. “Esto es cierto, pero para que las altas hospitalarias se pagan dependiendo de la complejidad del centro, las intervenciones tienen un precio diferente en cada centro”, explica Martí. Esto quiere decir que una operación de juanetes, a pesar de ser sencilla vale mucho más en el Hospital Vall d'Hebron que al Sagrat Cor ya que el Hospital Vall d'Hebron es un centro de mayor complejidad, pues tiene UCI, unidad de quemados , u otras unidades más especializadas. “Por eso es importante cambiar el sistema de pago y pagar el mismo para cada intervención”, opina él.

Por lo menos, después de las declaraciones del conseller ahora queda pendiente concretar de qué forma estos centros de titularidad privada quedarán fuera del SISCAT y de qué forma la actividad que hacen volverá al sistema público.