Catalunya se 'latinoamericaniza'

Catalunya se latinoamericaniza; como España y Europa. La pobreza se extiende y las diferencias entre ricos y pobres se extreman, como tradicionalmente ha sucedido en América Latina. La crisis económica esquiva a los acaudalados y sacude cada vez más a las clases más desfavorecidas, principales víctimas de las políticas de austeridad y de los permanentes recortes que despliegan todos los gobiernos.

Así lo asegura ‘La trampa de la austeridad’, un estudio realizado por la ONG Intermón Oxfam en colaboración con la Mesa del Tercer Sector catalana y cuyas estimaciones alertan sobre una Catalunya con 2,6 millones de pobres en 2025, es decir, casi el 35 por ciento de la población, y con una desigualdad galopante.

“Parece evidente que las sucesivas reducciones y revisiones del presupuesto llevadas a cabo por los gobiernos catalán y español estos últimos años para cumplir los objetivos de déficit han agravado los efectos de la crisis y han traído más pobreza y más desigualdades sociales”, asegura Àngels Guiteras, presidenta de la Mesa de entidades del Tercer Sector en Catalunya. “Al tiempo, han agravado la situación de esta nueva clase social que denominamos ‘precaria’. Por eso, no podemos aceptar más recortes. Sería un camino que nos llevaría a la descohesión social”, añade.

Según el informe, en 2025, el 20 por ciento de los catalanes más ricos ganarán 14,4 veces más que el 20 por ciento de los catalanes más pobres.

No es necesario, sin embargo, proyectarse al futuro para constatar el fenómeno. Antes del inicio de la crisis, ese 20 por ciento de ricos ingresaba 4,5 veces más que el 20 por ciento más pobre. En 2010, la diferencia ya había aumentado hasta seis, según los datos ofrecidos por el estudio de la ONG.

El dato no viene solo. Se inscribe en un contexto en el que la pobreza se generaliza, pese a las voces que aseguran que la crisis toca a su fin. Según cifras del Institut d’Estadística catalán, en 2011, había en Catalunya 1,6 millones de personas en riesgo de pobreza, lo que suponía casi un 22 por ciento de la población catalana y casi medio millón más que cinco años antes, cuando la cifra se situaba en 1,2 millones de ciudadanos, algo más del 17 por ciento.

“Si bien el crecimiento de la pobreza es un indicador claro de que la medicina no sólo no está funcionando sino que, más bien, está matando al paciente, el aumento de los niveles de desigualdad en el Estado español, en Catalunya y en el resto de Europa retrasarán durante décadas la recuperación de los niveles de vida anteriores a la crisis”, asevera Francesc Mateu, director de Intermón en Catalunya. “Asistimos a un cambio de modelo de sociedad en la que la diferencia entre ricos y pobres podría alcanzar niveles similares a los de Sudán del Sur o Paraguay”, añade Mateu.

Más parados y más desahucios

En Catalunya, entre marzo de 2012 y marzo de 2013, 26.500 familias más se encontraron con todos sus miembros en el paro. Además, el año pasado, el catalán fue el territorio del Estado donde más deshaucios se llevaron a cabo, casi 25.500 de los algo más de 101.000 del total español. En Madrid, desahuciaron a 14.549 personas. El informe de Intermón recuerda cómo la Generalitat ha metido la tijera en programas sociales como la Renta Mínima de Inserción, las ayudas para pagar el alquiles y las becas comedor.

Las proyecciones, por otra parte, no son nada halagüeñas. El patrón se repite en el resto del Estado y en Europa. El estudio de Intermón Oxfam calcula que, en 2025, ocho de los 25 millones más de europeos que serán víctimas de la pobreza estarán en el estado español, es decir, 1 de cada tres. Hoy día, 12 millones de españoles (el 27 por ciento) viven ya bajo el umbral de la pobreza y la cifra podría llegar hasta los 20, en 2025, si los recortes siguen cebándose con las clases más desfavorecidas.

España es, además, el cuarto país con mayores desigualdades sociales, por detrás de Letonia, Bulgaria y Portugal, y por delante de Grecia.