Los bomberos de la Generalitat de Catalunya harán huelga indefinida contra el deterioro de las condiciones de trabajo que afectan a este servicio, debido a los recortes. El paro será simbólico, según han reconocido los representantes sindicales del cuerpo, porque “como servidores públicos nunca pondremos en peligro la seguridad de nuestros conciudadanos” indicaron.
En rueda de prensa, los representantes del cuerpo, pertenecientes a CCOO, UGT y Catac, han hecho patente su malestar, no sólo por los recortes y su efecto en el servicio, sino, dijeron, por la falta de diálogo y comunicación de la administración de la Generalidad.
El tour de force que mantiene el cuerpo de bomberos con la Generalidad se ve claramente en la aparente paradoja según la cual, los servicios mínimos decretados por el gobierno de Cataluña serían menores a los que se han autoimpuesto los bomberos. En la práctica, esto hará que el paro sea simbólico para los ciudadanos, aunque los servidores públicos quieren dejar claro que su malestar persiste.
El tuétano del conflicto está en la decisión de la Generalitat de no convocar nuevas plazas de bomberos hasta el año 2020, lo que hace que las necesidades actuales, fruto de la disminución vegetativa de la plantilla, se deban cubrir mediante horas extras.
Ante la huelga, la Generalitat quería reducir las horas de presencia de los bomberos durante las guardias que hacen en los cuarteles para dar protección a servicios, como accidentes de tráfico, incendios urbanos o salvamentos. Por el contrario, querría incrementar las horas en que los bomberos estuviesen de guardia para evitar incendios forestales. Esta alternativa no ha sido aceptada por los bomberos que entienden que su responsabilidad con los ciudadanos no les permite relajarse en ninguna de estas situaciones. Por lo tanto su propuesta de servicios mínimos es superior, y distribuida de manera diferente a la que aplicará el Gobierno. “Pensamos que es más importante salvar una persona que esté atrapada en un accidente, que impedir que se queme una hectárea de bosque” dijo Víctor Fernaández, de UGT.
Pero, a pesar de esta posición, los bomberos han recurrido legalmente la orden de servicios mínimos de la Generalitat para conseguir que sea un juez, y no el departamento de Empresa i Ocupació, quien diga cuál de las dos posiciones es la correcta y se cree jurisprudencia al respecto.
Los bomberos catalanes hace tiempo que tienen muchas quejas respecto a sus superiores y al consejero Ramon Espadaler, en primer lugar. Así, han criticado duramente unas palabras de los dirigentes políticos del cuerpo en que se congratulaban de que se hubiera priorizado la seguridad de los bomberos respecto a otras consideraciones en el incendio de Tivissa. “Esto ya lo habrían podido tener en cuenta en el caso del incendio de Horta de Sant Joan” ha manifestado Leandre Gallardet, de CCOO.
Helicóptero bombardero
La falta de medios es un argumento que repiten los bomberos ante cada siniestro. En el caso de Tivíssa, la falta de un helicóptero bombardero que debía estar operativo en Móra d'Ebre y que, por motivos económicos, no lo estaba, supuso que el primer helicóptero que llegó al lugar del siniestro lo hiciera una hora después de iniciado, porque se desplazó desde Barcelona, lo que abre interrogantes sobre si se habría podido minimizar el alcance del incendio forestal mencionado.
El malestar de los bomberos se ha subrayado, dicen, en el hecho de que dos reuniones convocadas por el director general de cuerpo con los Ecos, equivalentes a sargentos, y los Deltas, equivalentes a inspectores y subinspectores, para planificar la temporada estival se hayan saldado con sendos plantones de los bomberos ante la falta de respuesta de la Administración a sus peticiones.