El profesor de Lleida acusado de abusos sexuales a una menor al que la Generalitat concedió una plaza fija estando ya imputado no estará en contacto con el alumnado el próximo curso y se dedicará a labores administrativas, si bien no ha sido suspendido de forma cautelar de empleo y sueldo.
Así lo ha decidido la conselleria de Educación después de que el pasado lunes elDiario.es desvelara que la Generalitat había otorgado una plaza fija al docente, que se enfrenta a penas de hasta 3 años de cárcel por presuntamente haber realizado tocamientos a una exalumna de 17 años en agosto de 2020 sin su consentimiento.
Según ha avanzado el diario Segre y ha confirmado una portavoz de Educación a esta redacción, la conselleria ha decidido “apartar del contacto con alumnado de forma cautelar” al profesor acusado de cara al próximo curso.
El departamento, sin embargo, se ha negado a concretar cuánto tiempo estará en vigor la medida cautelar y se ha limitado a indicar que será “hasta el juicio”, si bien la vista oral que sentará en el banquillo al docente todavía no tiene fecha.
El maestro, que siguió dando clases a pesar de su proceso judicial, obtuvo su plaza tras presentarse a una convocatoria para estabilizar a personal interino mediante un concurso de méritos.
Según el escrito de la Fiscalía, el docente se encontró en 2020 por la calle con una joven que había sido su alumna durante el curso anterior. El profesor la invitó a visitar su casa con la excusa de regalarle algunos libros que tenía duplicados.
La tarde siguiente, la que había sido su alumna se presentó en su domicilio “confiada”, según el escrito del Ministerio Público. El profesor la invitó a sentarse en el sofá y le entregó los libros. La estudiante se llevó la mano a la espalda y le dijo que tenía una contractura. El profesor le propuso hacerle un masaje y fue a buscar un aceite.
Según la Fiscalía, el acusado, “sin decir palabra y guiado por el ánimo de satisfacer sus instintos sexuales” realizó diversos tocamientos a la estudiante. La menor se quedó “bloqueada y sorprendida”. Acto seguido se fue al baño y envió mensajes a su pareja pidiéndole que la llamara. Después abandonó el domicilio del docente con la excusa de la llamada.
La víctima denunció los hechos al cabo de tres días ante los Mossos d’Esquadra. El docente, sin embargo, se reincorporó al cabo de pocas semanas al instituto para empezar el siguiente curso. La familia de la víctima pidió a Educación que apartase de manera cautelar al profesor, algo a lo que no accedió el departamento alegando que no había sentencia firme. Al curso siguiente cambió de centro educativo, pero continuó dando clases.