La Oficina del Presidente y Coordinación Interdepartamental de la Generalitat envió, este jueves, una carta a la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C, en la que se asegura que “el Servicio Catalán de la Salud continuará garantizando que todas las personas que necesiten tratamiento para la hepatitis C dispongan de los fármacos más adecuados a su situación clínica”. En la carta, firmada por el director de esta Oficina, Joan Vidal de Ciurana, se afirma que “en estos momentos, en Cataluña todos los medicamentos indicados para la hepatitis C que tienen precio y financiación del Sistema Nacional de Salud están disponibles en el Catálogo de Productos Farmacéuticos del CatSalut y, por tanto, los médicos especialistas pueden prescribirlo de acuerdo con el criterio y consenso clínico”. Esta carta responde al escrito que dirigió al presidente de la Generalitat, el pasado 10 de enero, la delegada en Cataluña de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C, Deborah Ceballos.
La carta detalla que “entre enero y noviembre de 2014, 1.978 pacientes con hepatitis C han sido tratados farmacológicamente en la red sanitaria pública de Cataluña” y que este tratamiento ha costado 22,1 millones de euros, “financiados íntegramente por el Servicio Catalán de la Salud ”. De estos 1.978 pacientes, sólo 393 recibieron el tratamiento con los nuevos fármacos, que han demostrado un porcentaje de curación superior al 90%: Simeprevir (174 pacientes) y Sofosbuvir (219 pacientes). Los laboratorios farmacéuticos que comercializan estos medicamentos cobran cantidades elevadísimas por cada tratamiento. No se ha hecho público el coste exacto al que las administraciones públicas los pagan, pero un tratamiento con Sovaldi, el nombre comercial con el que la empresa Gilead comercializa el Sofosbuvir, puede costar entre 25.000 y 40.000 euros por enfermo. Como normalmente los tratamientos deben combinar dos fármacos, este coste se puede disparar hasta los 80.000 euros por paciente.
El elevado coste de los tratamientos contrasta con la aparente predisposición del departamento de Salud a suministrarlos a todos los que lo necesiten. El protocolo que el departamento que dirige Boi Ruiz ha enviado a los hospitales indica que tienen derecho a recibir los nuevos fármacos los pacientes trasplantados de hígado, en lista de espera para trasplante, con cirrosis hepática, con contraindicaciones para ser tratados con interferón (medicamento que se usaba hasta ahora para combatir la enfermedad) o después de haber fracasado otras pautas terapéuticas. También tendrán derecho a ellos los pacientes en grados F2 y F3, que no son los más graves, mujeres en estado fértil y personas con alto riesgo de contagio en función de su situación social y profesional, principalmente personal sanitario. En los presupuestos de la Generalidad de 2015 no consta ninguna partida dedicada a hacer frente a este gasto.
Deborah Ceballos lamenta que se haya tardado más de un mes en contestar a su carta y recuerda a Artur Mas que como presidente de Cataluña tiene que luchar por la salud de todos los ciudadanos. “Somos vidas humanas, no números”, dice la delegada en Cataluña de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C. Considera, además, que se debería dar el tratamiento a todas las personas que tienen el virus de la hepatitis C “para que nadie siga sufriendo y empeorando en las diferentes situaciones negativas que éste provoca, tanto orgánicas como psicológicas o sociales”.
“¿Porqué no se pregunta a los hijos y familiares de muchos afectados / infectados como llevan esta situación y como lo están sufriendo?”, pide.