El Gobierno suspende la ampliación del aeropuerto de El Prat al entender que no tiene apoyo del Govern
El Gobierno da marcha atrás y deja en suspenso la ampliación del aeropuerto de El Prat. Así lo ha anunciado este miércoles la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, que ha comparecido de urgencia desde Barcelona para detallar que Aena dejará fuera del Documento de Ordenación Aeroportuaria (DORA) los 364 millones de inversión previstos para las obras que debían realizarse durante los próximos cinco años en la base aérea barcelonesa. La decisión se ha tomado, según Sánchez, por considerar que el Govern de la Generalitat no apoya los planes del Ministerio.
“El pacto se ha quebrado por una pérdida de confianza manifiesta, es imposible llevar a buen término un proyecto de esta envergadura sin un apoyo nítido y decidido de la Generalitat”, ha asegurado Sánchez. “En los últimos días el Govern ha cambiado su posición e incluso hemos conocido que miembros de la Generalitat puede que asistan a la manifestación en contra de este proyecto”, ha destacado la ministra, en referencia a las declaraciones públicas de la portavoz de ERC, Marta Vilalta. “El Gobierno quiere que Catalunya vuelva a ser un motor económico de España, pero no va a imponer este proyecto porque la Generalitat no lo hace posible”, ha resumido Sánchez, que ha anunciado sin embargo que se mantienen intactos los compromisos con los otros dos aeropuertos catalanes, Girona y Reus.
El giro dado por el Ministerio de Transportes llega después de cinco días de roces entre el Gobierno y la Generalitat a cuenta de la posible afectación medioambiental del espacio protegido de la Ricarda, en las inmediaciones de la pista que se prevé ampliar. “Nuestro plan para el plan natural del Delta cumple escrupulosamente con la Directiva Hábitats de la Unión Europea, es más, amplía el terreno ahora protegido en un 25%”, ha destacado la ministra Sánchez este miércoles.
El pasado 2 de agosto el Ministerio de Transportes y la Generalitat llegaron a un acuerdo por una inversión total de 1.700 millones en los próximos diez años. Este fondo iba destinado a diversas actuaciones, entre ellas la ampliación de la tercera pista del aeropuerto, además de ampliar la terminal 1 y construir una nueva terminal satélite. Estas obras son polémicas porque alargar la pista más cercana al mar por el lado este incluiría construir sobre una zona protegida de la red natura 2000, correspondientes al espacio de la laguna de la Ricarda y sus alrededores. El Govern afirmaba que el acuerdo no significaba que hubiera afectación medioambiental y que, en todo caso, la plasmación del proyecto se decidiría durante la elaboración del plan director.
Tras aquel acuerdo, rubricado por la ministra y el vicepresident catalán Jordi Puigneró, el pasado viernes Aena dio a conocer su documento quinquenal, en fase preliminar antes de llegar al Consejo de Ministros el próximo 30 de septiembre. En este plan se detallaba que, de llevarse a cabo, la extensión de la pista sí tendría afectaciones en la zona protegida, aunque no se especificaban. Este reconocimiento generó malestar en el Govern, que reclamó al Gobierno rehacer el documento. “Exigimos explicaciones y la rectificación de un DORA que daña la zona protegida de La Ricarda”, reaccionó, tajante, el president Pere Aragonès.
Puigneró acusa al Gobierno de “deslealtad”
Tras conocer la noticia de la paralización de las inversiones, el propio Puigneró ha comparecido de urgencia desde Bruselas para aucsar al Gobierno central de “deslealtad”. “Han roto unilateralmente un acuerdo que representaba una inversión importante para Catalunya”, ha lamentado el vicepresident, que defiende que ellos no se han movido nunca de lo pactado el 2 de agosto, cuando defiende que ya consensuaron que la laguna de la Ricarda era “intocable”.
“Nos preguntamos cómo quieren que no seamos independentistas si ni invierten ni nos dejan invertir”, ha afirmado Puigneró, que ha insistido que el Govern siempre ha sido favorable a una ampliación para convertir el aeropuerto en un hub internacional. Con todo, el vicepresident ha mostrado “completa disposición” para seguir hablando con el Gobierno y reconducir la situación, que ha vinculado de algún modo a la presión que podría haber ejercido Unidas Podemos en el seno del Ejecutivo central.
Por su parte, ERC ha calificado directamente de “chantaje” y de “farsa” la actitud del Gobierno. “Han querido imponer un modelo que aquí no genera consensos, pero su chantaje no funciona”, ha manifestado la portavoz Marta Vilalta, que ha añadido que defienden las “inversiones necesarias” pero decidiéndolas desde Catalunya.
Oposición institucional y en la calle
La ampliación del Aeropuerto de El Prat había generado oposición de diversos sectores más allá del movimiento ecologista. Por un lado, algunos ayuntamientos de la zona, incluyendo el del municipio de El Prat y también los Comuns desde el de Barcelona, habían mostrado su rotunda oposición a las afectaciones medioambientales tanto en la zona del Llobregat como por las emisiones de CO2 que comportaba. También desde la presidencia del Govern y las áreas lideradas por ERC, entre ellas el departamento de Acción por el Clima, dejaban claro que la línea roja estaba en una ampliación que supusiese incumplir con los compromisos europeos en la zona protegida.
Pero también dentro del propio Consejo de Ministros se habían oido voces muy críticas con el proyecto, como las de la vicepresidenta Yolanda Díaz, líder de Unidas Podemos. Este mismo jueves Díaz tenía previsto acudir a Barcelona para visitar la zona natural protegida, un gesto con el que quería reafirmar su compromiso con la oposición al proyecto.
Por su parte, los movimientos ecologistas habían convocado para el próximo 19 de septiembre una manifestación con la que querían demostrar el rechazo a la ampliación. Una movilización que contaba con el apoyo de partidos como la CUP o los Comuns, pero sobre la que también se había hablado de la posible presencia de miembros del Govern o del Gobierno. La ministra ha citado precisamente esta marcha para explicar que, a su parecer, el apoyo de la Generalitat al planteamiento de Aena no es tan fuerte como debería.
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