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El Govern retoma el objetivo de convertir el Institut de Finances en el primer banco público catalán

Conseguir disponer de un banco público catalán en manos de la Generalitat ha sido un objetivo constante durante la última década, aunque en algunas etapas se ha perseguido con más intensidad que en otros. El Govern de Pere Aragonès quiere reimpulsar este proyecto, tal como pactó con la CUP, por lo que este miércoles autorizó al Institut Catalá de Finances (ICF) a iniciar los trámites para reclamar la ficha bancaria a través de la nueva sociedad ICF Banc.

La constitución de esta entidad está condicionada a que se consigan todos los requisitos administrativos para operar como una entidad de crédito, que en este caso sería pública. El objetivo del ICF, que actualmente trabaja de forma similar a un ICO autonómico, es poder captar capital a través de depósitos o acudir a las fuentes de liquidez del BCE con el objetivo de financiar proyectos empresariales catalanes. En este momento la entidad, dirigida por Víctor Guardiola, canaliza el crédito oficial de la Generalitat, una actividad que ha crecido en el último año debido a la crisis de la COVID.

La obtención de la ficha bancaria es un proceso que puede resultar tortuoso, sobre todo para una institución pública como es el ICF, pues debe de cumplirse diversos requisitos y evaluaciones. De hecho, aunque los planes para conseguir homologarse con una entidad bancaria ya era una promesa política en 2012, hasta el momento la institución nunca ha hecho la petición oficial al Banco de España, que es la entidad que debería interceder ante el Banco Europeo. Tras hacer diversos cambios en la institución, la Generalitat entiende ahora que “desde un punto de vista técnico, el ICF cumple con los requisitos necesarios para poder dar este paso adelante”, por lo que cree que no debería haber problema para obtener el informe favorable preceptivo del Banco de España.

Por esta razón, según informan desde el Institut de Finances, “a finales del mes de marzo del ICF ya presentó formalmente la petición de licencia bancaria al Banco de España”. “La obtención de la licencia de entidad de crédito es un proceso técnico que podría alargarse hasta los 12 meses”, detalla el ICF mediante una nota de prensa. Desde la entidad afirman que, aunque consigan la ficha bancaria, los objetivos del Institut de Finances seguirían siendo los mismos, centrados en la financiación de autónomos, pymes y empresas catalanas, priorizando las apuestas por la sostenibilidad y la innovación.

Según los datos publicados por el diario Ara, en el año 2020 la entidad financió a 3.800 por valor de 1.329 millones de euros, lo que significa que su actividad se ha doblado desde el año 2019. Con todo, tal como expresaba Guardiola en el mismo diario, este aumento de las peticiones de financiación no se han traducido un año después es una explosión de finiquitos o reestructuraciones de crédito, debido a que muchas empresas han atesorado liquidez.

El impulso del ICF ha sido una apuesta del último equipo del Departamento de Economía de la Generalitat, dirigido por el ahora president Aragonès, que ya consiguió del Gobierno central el compromiso de homologar la entidad catalana al ICO a cambio del apoyo de ERC a los últimos presupuestos generales del Estado. Ahora, la misión de crear un banco de inversión catalán deberá ser asumida por el nuevo conseller de Economía, Jaume Giró, quien conoce bien el mundo financiero por haber realizado parte de su carrera en La Caixa.