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Hosteleros y restauradores de Barcelona, optimistas por el Mobile: “Es el disparo de salida hacia la normalidad”

Un hotel cerrado en la Rambla de Barcelona durante la primera semana de febrero

ACN

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La vuelta del Mobile World Congress (MWC) a Barcelona con su edición más presencial desde 2019 está siendo un chute de optimismo para los sectores por la pandemia. El Mobile comenzará este lunes en sus fechas habituales y con unas previsiones de llegar a la mitad de asistentes prepandémicos, unos 60.000 en total. Los hoteleros, restauradores y taxistas de Barcelona toman la celebración del mayor congreso de telefonía del mundo como “el pistoletazo de salida hacia la normalidad” y destacan el impacto emocional que supone para los negocios.

Pese a que las perspectivas son positivas, estos sectores se muestran conscientes de que la actividad aún quedará lejos de las ediciones anteriores. Así, los restauradores no esperan llegar a la mitad de la facturación, los hoteleros han recibido un 40% menos de reservas y los taxistas no ven necesaria la liberalización del servicio de otros años.

Los hoteles confían en que el Mobile World Congress, que abrirá puertas el lunes y se extenderá hasta el 3 de marzo, suponga el “disparo de salida” de la recuperación del sector, que todavía sufre una “situación complicada”. Así lo señaló el presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, ​​Jordi Clos, en declaraciones a la agencia ACN. “Las previsiones no son comparables con las de 2019, pero es un pistoletazo de salida muy importante, sobre todo por el resto de ferias que vienen después”, detalló Clos.

La organización del MWC ha reservado 10.000 habitaciones -que ya están asignadas a los congresistas-, cifra que el presidente del Gremio considera que es “extraordinaria” teniendo en cuenta las pérdidas que han sufrido los hoteles a raíz de la pandemia. Durante la semana del congreso el Gremio de Hoteles de Barcelona prevé una ocupación cercana al 60%, un 20% más de lo que de la que existe actualmente. Asimismo, se vaticina que habrá un 80% de los hoteles abiertos, un 5% más de los que lo estaban durante enero.

Del mismo modo, los taxistas encaran el congreso de la próxima semana con “muchas ganas de trabajar” después de meses de poca actividad por la pandemia. El presidente de Élite Taxi, Olivier Contel, celebra que será “el pistoletazo de salida hacia la normalidad”. “Que haya un MWC en febrero significa que todo vuelve a arrancar de nuevo”, asegura en declaraciones a ACN.

Los restauradores también llevan el regreso de la feria de telefonía a finales de febrero como “una inyección de optimismo” en una ciudad donde la recuperación económica tarda más en iniciarse, por culpa del descenso del turismo internacional, pero rebajan el impacto económico que puede tener. “Es una buena noticia que se celebre el MWC y que haya más asistencia presencial que el año anterior”, sostiene el director del Gremio de Restauración de Barcelona, ​​Roger Pallarols.

Comparación con el 2019

Los propietarios de restaurantes descartan poder beneficiarse de la feria como lo hacían antes de la pandemia, cuando acogían grandes comidas organizadas por las marcas. “Es evidente que el MWC que viviremos está muy lejos de lo que deberíamos vivir”, explica Pallarols.

Los restauradores ven “difícil” que los ingresos de las cuatro noches de congreso lleguen a la mitad de los 45 millones que facturaban antes de la COVID teniendo en cuenta que las previsiones de público de la misma organización se sitúan en mitad de las del 2019. “La cautela ha hecho que muchas marcas no convoquen los eventos tradicionales”, remarca el director del Gremio de Restauración.

Más allá de las cifras, los propietarios de bares y restaurantes valoran “el impacto emocional” de este congreso de “transición” entre las grandes ediciones prepandémicas y la edición cancelada de 2020 y la “descafeinada” de 2021, según Pallarols. Para el director del Gremio de Restauración, el Mobile hace de “embajador perfecto” para que la capital catalana recupere el liderazgo en la organización de grandes congresos.

“El MWC no deja de ser una inyección de ánimo para mirar adelante en el reto de país a que la ciudad vuelva a reposicionarse a la máxima velocidad posible”, insiste Pallarols, que espera poder ver un congreso “normal” en 2023.

En el caso de los hoteles, la situación es similar. Las reservas de este año aún distan de las 27.000 habitaciones que el MWC reservó en 2018 y 2019 y de la plena ocupación hotelera. Aparte de que se pronostica una asistencia al congreso de menos de la mitad que en las ediciones anteriores a la pandemia, Clos lo ha atribuido a las dificultades que tienen los turistas asiáticos para viajar: “El turista de Corea, China o Japón todavía no llega a la ciudad y representa un volumen importante, aún más en un congreso como el Mobile”

En cuanto a los precios, en esta edición serán “sensiblemente inferiores” respecto a las de antes de la pandemia, pero más altos en comparación con el 2020. “Hemos intentado poner precios al alcance de todos para obtener el máximo de visitantes ”, dijo el presidente del Gremio. Después de todo, Clos opina que en los próximos días todavía puede haber un “goteo” de reservas en algunos hoteles.

El sector del taxi también es consciente de que la edición de este año no será como las anteriores a la aparición de la covid ya que se prevé menos asistencia de lo habitual y que muchas reuniones sean telemáticas. Por eso, el presidente de Élite Taxi, Olivier Contel, se muestra partidario de no liberalizar el sector durante la semana de la feria. De hecho, añade, ya no aplicaría esa medida cuando el MWC supera los 100.000 asistentes.

Según sostiene, las liberalizaciones de una semana seguida son “excesivas” ya que los días de más trabajo sólo son los domingos -para recoger a los congresistas en el aeropuerto-, los lunes -para formalizar las acreditaciones- y los martes. A partir de los miércoles de feria, ya no hay tanta afluencia de visitantes y el jueves los asistentes vuelven a sus países de origen. “El viernes ya no queda ni un alma”, remarca. Por eso, asegura, “hay mucho mito” respecto a la sobrecarga de trabajo durante los días de la feria. Como máximo, puede haber un 30% más de facturación durante dos o tres días. “Lo demás no es ninguna maravilla”, sentencia Contel.

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