El líder del PSC, Salvador Illa, ha cumplido este viernes con el papel de jefe de la oposición que la presidenta del Parlament le había asignado cuando eligió a Pere Aragonès para someterse a la primera sesión de investidura. Ill ha cargado sin miramientos contra el discurso del candidato de ERC, del que ha dicho que se ha “limitado a leer el programa electoral de la CUP”. Un partido que ha tildado de “antisistema” y que según ha dicho ha tomado a Aragonès como “rehén” en este inicio de la legislatura. El ofrecido por el republicano es un proyecto “divisivo” y que “no ofrece ni estabilidad ni certeza”, ha dicho Illa, por lo que se ha propuesto a sí mismo como una alternativa “factible” para salir del bloqueo.
El socialista ha mostrado en su primera intervención ante el Parlament algunos de los trazos de la nueva etapa del partido tras la marcha de Miquel Iceta. En su discurso, Illa ha utilizado indistintamente el catalán y el castellano, algo que el anterior líder parlamentario no acostumbraba a hacer, y tampoco ha hecho las habituales concesiones a sus rivales que caracterizaban al hoy ministro de Administraciones Públicas. Illa ha optado, en cambio, por un discurso contundente y de clara oposición directa al candidato a la presidencia. “Estamos en un momento grave, complejo y difícil”, ha proclamado, “y en Catalunya no estamos a lo que hay que estar”.
“¿Qué tiene que pasar par que nos centremos en recuperar el impulso económico y en aprovechar los fondos europeos?”, se ha preguntado. ¿Qué más tiene que pasar para que los comerciantes después de largos periodos de cierres y angustia vean que su Govern da apoyo a su policía?“, ha continuado. ”¿Está seguro, candidato, que para afrontar esta situación su mejor socio son los antisistema? ¿Es eso lo único que puede proponer al país?“, ha acabado en una larga sucesión de cuestiones lanzadas a Aragonès.
El socialista ha considerado que el discurso del candidato había sido una “enmienda a la totalidad” de los gobiernos de Carles Puigdemont y de Quim Torra, razón por la cual Illa ha apuntado que Aragonès había hecho una “auto-enmienda”, porque él había formado parte de los anteriores ejecutivos.
Illa también ha utilizado su tiempo de intervención para dejar ver su programa de Gobierno. Una gestión que ha dicho, debe estar basada en los consensos, en la calma y en la gestión económica. “Nunca conseguiremos nada mediante la división”, ha dicho. “El nuevo Govern debería ser capaz de rehacer los grandes consensos de la sociedad catalana y desterrar de una vez por todas la división entre buenos y malos catalanes”, ha subrayado.
“La Catalunya de la próxima década puede ser la Catalunya de la concordia y el reencuentro. Hace falta que este país comience una nueva etapa ya mismo”, ha explicado. Por eso ha asegurado que su grupo trabajará por un Govern alternativo, basado en la reactivación económica y la creación de empleo. “Somos el primer partido de Catalunya, somos la alternativa y trabajaremos para el futuro que Catalunya se merece”, ha apuntado.
Finalmente Illa ha pedido a Aragonès personalmente que aplique “sentido común, seriedad, tenacidad, calma, prudencia, lealtad y altura de miras” si acaba siendo president. Y a continuación le ha dicho que “si está de acuerdo en hacer un pacto por la salud” tendrá al PSC dispuesto para ello. De esta forma, el exministro se ha abierto también a llegar a posibles pactos sobre cuestiones puntuales.
En su turno de réplica Aragonès ha asegurado que es compatible tener una agenda de gestión y de mejoras en el ámbito social y económico y a la vez ser independentista. “Yo no le pido a usted que renuncie a sus convicciones, sea la unidad de España o cualquier otra, y le reconozco un interés en mejorar el país teniendo estas convicciones”, le ha dicho el candidato. Aragonès también ha rechazado la idea de que el independentismo está instalado en una “confrontación cómoda” pues, según ha indicado, no es cómodo estar en la prisión o “tener que hablar a través de una pantalla por estar en el exilio”.
Illa ha respondido finalmente a Aragonès asegurando que su propuesta genera un “bloqueo” a Catalunya, porque es lo que “ya se ha intentado durante la última década y no ha funcionado”. Además el socialista ha indicado que la primera necesidad en este momento es dar seguridad y estabilidad, algo que ha considerado incompatible con haber pactado someterse a una cuestión de confianza como la pactada entre ERC y la CUP para la mitad de la legislatura.