La portada de mañana
Acceder
España tiene más de un millón de viviendas en manos de grandes propietarios
La Confederación lanzó un ultimátum para aprobar parte del proyecto del Poyo
OPINIÓN | Aldama, bomba de racimo, por Antón Losada

Las putas indignadas se presentan en el Raval con una parodia crítica con Xavier Trias

La agrupación Putas indignadas, se ha presentado en el barrio del Raval en un acto en el que ha combinado la reivindicación de los derechos a ejercer su profesión en el edificio que habían habilitado para este destino en la calle Robadors26, y la crítica al modelo de ciudad que para Barcelona significa la política del alcalde Xavier Trias.

Montse Neira, una de las líderes del grupo ha participado en la asamblea realizada a pie de calle, ya que desde el Ayuntamiento se ha tapiado la entrada al edificio donde además de servir de lugar donde ejercer, era también un punto de acogida de mujeres con problemas.

El grupo de prostitutas reclama no sólo poder ejercer en condiciones sino que desde el consistorio se deje de obstaculizar su trabajo e incluso su presencia en la ciudad. Consideran que la persecución tiene que ver con que ellas rompen con la imagen que algunos sectores quieren dar de Barcelona como lugar idílico, un escaparate para mostrar al turismo.

Las activistas, que trabajan de forma autónoma y que han desarrollado en los últimos tiempos un intenso discurso crítico, han presentado ante sus vecinos y vecinas, la Asamblea de Activistas Pro-derechos Sobre el Trabajo Sexual de Cataluña. Reclaman, además de poder ejercer la prostitución en condiciones de dignidad, no ser expulsadas del barrio del Raval, lugar donde tradicionalmente han actuado, porque eso, afirman, las deja en condiciones mucho peores cuando podían usar el edificio que reclaman como su sede.

El 19 de marzo de 2015 las prostitutas se encontraron tapiado el local en el que ejercían el oficio y donde, hasta el momento, los unía una relación de arrendatarias con el propietario. “El Ayuntamiento entró ilegalmente con voluntad de expropiar el piso”, explicaba Paula Ezkerra, en una rueda de prensa el pasado viernes. Allí denunció “situaciones diarias” de vejaciones, no de los clientes, sino de los cuerpos de seguridad. “Los abusos que hemos visto en los casos del 4-F y el de Juan Andrés Benítiez los sufrimos nosotros cada día”, dijo.

Pero la presentación en sociedad tuvo una vertiente lúdica. Un actor y una actriz, representando los papeles del alcalde, un tal Xavier Frias y de la concejal del Distrito, de nombre Mercè Fongs, han visto como sus discursos favorables a una Barcelona a medida de un cierto turismo invasivo y de rellenar la calle Robadors de apartamentos turísticos era contestado con contundencia por Montse Neira, una de las activistas más conocidas del colectivo.