Shakira ya no tiene opción de esquivar el banquillo de los acusados. La jueza ha enviado a juicio a la cantante por seis delitos fiscales relacionados con su presunta evasión de IRPF e impuesto de patrimonio entre los años 2012 y 2014. El auto de este martes es firme y la cantante no lo puede recurrir.
La Fiscalía pide ocho años y dos meses de prisión y una multa de 23,8 millones de euros para la artista por seis delitos fiscales después de que la cantante rompiera las negociaciones para alcanzar un acuerdo. La artista ya devolvió los 14,5 millones de euros defraudados a través de varios paraísos fiscales.
El Ministerio Público mantiene que la cantante eludió el pago del IRPF y el impuesto de Patrimonio entre 2012 y 2014 pese a saber que estaba obligada a tributar en España al residir más de la mitad del año en nuestro país, donde ya vivía en la casa de Esplugues de Llobregat (Barcelona) que compró con su expareja Gerard Piqué a través de una sociedad.
Según la Fiscalía, en 2012, 2013 y 2014 Shakira pasó más de 183 días al año en España, lo que la convertía en residente fiscal. Las únicas estancias fuera de España de Shakira durante esos años fueron, en esencia, para ejercer de jurado en el programa estadounidense “The Voice” (61 días en 2012, 118 en 2013 y 117 en 2014).
La imagen de Shakira entrando en prisión sigue siendo más que improbable a día de hoy pese a la contundente petición de la Fiscalía de delitos económicos de Barcelona. El destino final de la mayor parte de juicios por fraude fiscal de grandes fortunas es el pacto entre acusaciones y defensas, ya que la prioridad es la reintegración del dinero evadido y no el ingreso en la cárcel.
Para lograr un acuerdo Shakira tendrá que admitir el fraude relatado por la Fiscalía y, aunque sea brevemente, tendrá que pasar por el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona. Aunque falten muchos meses y termine siendo breve, será el juicio del año en la capital catalana.
Aunque termine pactando, la artista protagonizará la imagen que quería evitar a toda costa: sentarse en el banquillo de los acusados. Y no podrá entrar por el aparcamiento para evitar las cámaras, como hizo en su declaración en instrucción. Pese a que se despachó con dureza contra la Fiscalía y Hacienda, Shakira aún podría pactar con el Ministerio Público y el resto de acusaciones hasta el mismo día del juicio, que se convertiría, en caso de acuerdo, en un breve acto para ratificarlo.
De no retomarse y fructificar las negociaciones, sería uno de los pocos juicios por fraude fiscal de grandes fortunas que no se saldan con una conformidad. La excepción más reciente en Barcelona es la de Leo Messi, que terminó condenado a 21 meses de cárcel por defraudar 4,1 millones a Hacienda, aunque solo lo acusaba la Abogacía del Estado y no Hacienda. Otros futbolistas como Eto'o o Adriano, la soprano Montserrat Caballé o el abogado Emilio Cuatrecasas sí pactaron, aceptaron una condena menor y pagaron una multa.
La acusación de Fiscalía
Además de la Fiscalía, la Abogacía del Estado y la de la Generalitat acusan a la cantante colombiana. En el caso de la administración autonómica, por el fraude en el impuesto de Patrimonio.
“Con el deseo de no tributar”, expone la fiscal, Shakira “utilizó un entramado societario” en distintos paraísos fiscales para ocultar sus rentas a Hacienda y “dejar de ingresar” un total de 12,3 millones en IRPF y 2,2 millones correspondientes al impuesto de Patrimonio.
El plan de Shakira para no pagar consistió básicamente en tributar a través de varias sociedades en paraísos fiscales como Holanda, Malta, Luxemburgo o las Islas Vírgenes Británicas en vez de hacerlo personalmente donde le tocaba, es decir, ante la Agencia Tributaria española (para el IRPF) y la catalana (para el impuesto autonómico de Patrimonio).