Con más de 10.000 muertos por coronavirus y una mortalidad que llega a triplicar la de años anteriores, Madrid y Barcelona están preparando sus instalaciones funerarias para hacer frente a una “situación excepcional” en los próximos días. En ambas ciudades se trabaja para tener a punto servicios mortuorios y se habilitan espacios como morgues de urgencia, que puedan servir para almacenar una gran cantidad de féretros en condiciones idóneas.
En Barcelona el Tanatorio de Collserola ha habilitado dos plantas de un aparcamiento como gran depósito refrigerado, con capacidad para 1.800 cadáveres repartidos en cerca de 5.000 metros cuadrados. Se trata de una medida excepcional puesta en marcha en previsión de que el pico de fallecimientos pueda llegar en los próximos días, pese a que las cifras de decesos por coronavirus se han mantenido estables. De estas instalaciones son las imágenes que se han difundido en los últimos días, en las que aparecen ataúdes almacenados en el espacio que habitualmente se utiliza como aparcamiento de vehículos.
Siguiendo las directrices del Ministerio de Sanidad, los tanatorios de Barcelona se encuentran cerrados. Desde la empresa de servicios funerarios Mémora aseguran que trabajan para evitar que “el colapso de Madrid se repita en Barcelona”, para lo que ha desplazado sus equipos desde diferentes zonas de España hacia las localidades de territorio en el que la actividad se ha incrementado significativamente en los últimos días.
Mientras, la Comunidad de Madrid trabaja en estos momentos, en colaboración con el Ayuntamiento de Majadahonda, en la habilitación de una tercera gran morgue para afrontar el pico de fallecidos de coronavirus en la región, que este viernes ya alcanzan las 4.483 personas.
Esta nueva morgue se ubica en el Palacio de Hielo del municipio madrileño, frente al Hospital Universitario Puerta de Hierro. Cuenta con una superficie de 1.800 metros cuadrados de pista que se pueden enfriar hasta los cero grados, y así conservar los cuerpos.
La instalación para atender a fallecidos de COVID-19 se suma a otras dos que ya están funcionando desde hace días en la capital. La primera que se habilitó fue en el Palacio de Hielo de Madrid, que cuenta también con otros 1.800 metros cuadrados.
Este lunes además entró en funcionamiento el edificio ubicado en la futura Ciudad de la Justicia, que ha permitido acoger a alrededor de 200 cadáveres en cámaras de conservación y locales con los que cuenta el inmueble.