Los Mossos d’Equadra han registrado este lunes dos casas okupas en Canet de Mar y el Maresme, ambas en la provincia de Barcelona, donde sospechan que podrían vivir algunas personas vinculadas con los disturbios del pasado sábado en Barcelona. Se trata de un dispositivo ordenado por un juzgado de la capital catalana, según fuentes policiales.
Las entradas policiales ambas naves están vinculadas a las propias detenciones que se llevaron a cabo la noche del sábado, cuando se produjeron de nuevo violentos disturbios en el centro de la ciudad. De hecho, la comitiva de los Mossos se ha presentado a los recintos en presencia de algunos de esos detenidos para ver si identificaban a más personas o encontraban material para provocar los altercados.
“Hemos solicitado la entrada a las naves para intentar determinar la autoría de otras personas que participaron en los graves incidentes”, ha valorado el comisario portavoz de los Mossos d’Esquadra, Joan Carles Molinero, en declaraciones a Catalunya Ràdio. Los arrestados el pasado sábado fueron 14, de los cuales al menos uno se vincula con el intento de prender fuego a una furgoneta de la Guàrdia Urbana de Barcelona mientras había un agente dentro.
Igual que el conseller de Interior, Miquel Sàmper, Molinero ha asegurado que algunos de los detenidos son “personas con un alto nivel de organización”, por lo que ha valorado como “muy importantes” esos arrestos. Desde que se iniciaron las protestas contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, con nueve jornadas de manifestaciones y disturbios, los detenidos ascienden a 137.
Por lo que respecta a las casas okupas registradas este lunes, la de Canet de Mar es una antigua fábrica llamada Can Jover. La de Mataró, se denomina CSO Nabat y lleva ocupada algunos años ocupada. Los Mossos la desalojaron en 2019 por un concierto sin permiso. Durante el confinamiento más estricto, según algunos vecinos, se organizaron en ella fiestas ilegales que fueron fuente de algún conflicto.