Una docena de organizaciones no gubernamentales para el desarrollo, con sede en Cataluña, suman esfuerzos, desde el sábado, para ayudar a los afectados por el terremoto que sacudió el Nepal. Entre estas asociaciones hay especializadas en tareas de emergencia, pero la mayoría tenían desde hace años proyectos de cooperación al desarrollo de este país, considerado uno de los más pobres del mundo.
Amics del Nepal es una de estas entidades. El próximo día 9 de mayo había convocado un acto para celebrar sus primeros veinte años de existencia. El terremoto y sus consecuencias afectarán, lógicamente, el espíritu festivo con que se pensaba conmemorar este hecho, según ha explicado la presidenta de la entidad, Cristina Morales. Ahora será “un acto de recuerdo y homenaje a todas las víctimas del terremoto”. La decisión que ha adoptado Amics del Nepal es canalizar los ingresos que los ciudadanos están aportándole espontáneamente hacia Oxfam Intermón o Médicos sin Fronteras, más capacitadas para actuar en situaciones de emergencia humanitaria como la actual. Esta entidad interviene, sobre todo, en el ámbito educativo y los apadrinamientos, pero también promueve proyectos comunitarios y de salud. Por las informaciones de que disponen, ninguno de sus trabajadores ha perdido la vida en el terremoto, que sí ha destruido parte de sus locales en el país.
Estas tres entidades participaron en la reunión del Comité Catalán de Ayuda Humanitaria de Emergencias (CCAHE) celebrado el pasado lunes y en el que el Gobierno catalán comprometió una ayuda de 50.000 euros en la primera fase post-emergencia. También participaron representantes de Cruz Roja, Farmacéuticos Mundi, Unicef, Acción contra el Hambre, Save the Children, World Vision, Ayuda en Acción, la Asociación de Nepalís y lafede.cat. En este Comité están representados los departamentos de Interior, Bienestar y Familia y Salud de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.
La partida aprobada por CCAHE quedará muy por debajo de las aportaciones que los ciudadanos están haciendo a título individual a las cuentas corrientes de apoyo a Nepal que las ONGDs han dado a conocer a través de los medios de comunicación habituales y las redes sociales. Oxfam Intermón, por ejemplo, ha recaudado en España más de un millón de euros en los primeros cinco días posteriores al seísmo. Una vía de obtención de ingresos que se ha incorporado en los últimos años al sector de la cooperación es el envío de mensajes sms de pago.
Unicef ha hecho un llamamiento internacional para conseguir 45 millones de euros. Su representante en Nepal, Tomoo Hozumi, recuerda que “las vidas de muchos niños y niñas han sido destrozadas y necesitan desesperadamente ayuda vital, como agua potable, refugio y saneamiento”.
El director de Oxfam Intermón en Cataluña, Francesc Mateu, ha insistido, precisamente, en la urgencia de hacer llegar agua potable a todas las personas que no tienen acceso a ella en estos momentos, por el peligro que su carencia provoque epidemias. Agua potable y refugio son también las dos prioridades con las que trabaja Unicef. Esta entidad calcula que cerca de tres millones de niños y niñas necesitan atención humanitaria urgente y confía en abrir tan pronto como sea posible espacios donde los niños puedan retomar los estudios. También centra su atención en reunificarlos con sus familias y protegerlos del riesgo de tráfico y de otras formas de violencia y explotación. En el mismo ámbito y con las mismas prioridades actúa otra potente ONGD con sede en Cataluña, Save the Children.
Los medicamentos y material sanitario que ha suministrado Farmamundi son distribuidos sobre el terreno por brigadas de Médicos del Mundo. Aunque Médicos sin Fronteras no tenía base en Nepal antes del terremoto es una de las mejores vías para hacer llegar la ayuda, por su rapidez en organizar dispositivos de emergencia y clínicas móviles. En pocos días, ha desplazado al Nepal equipos humanos y equipos desde España, Bélgica o Japón.
ACNUR y World Vision son dos organizaciones más que disponen de delegaciones en Cataluña que sensibilizan sobre los efectos de la catástrofe y que piden ayudas para hacerle frente.
A las dificultades que supone actuar en una emergencia de estas características y proporciones, las entidades de ayuda humanitaria han de añadir el col • lapso que se vive en el aeropuerto de Katmandú, desbordado ante el movimiento de personas y suministros que se 'hay concentrado. Con todo, la presidenta de Amigos de Nepal ', Cristina Morales, recuerda un valor que le ha impresionado desde que coopera con ese país empobrecido: “La capacidad de resistencia que tienen los nepalíes”.
El terremoto del día 25 lo ha sometido a una prueba durísima.
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