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Cambio climático: ¿saldrás también el 21S o te quedarás en casa 'desobedeciendo'?

El domingo que viene, el 21 de septiembre, por todo el mundo, 1.600 ciudades saldrán a la calle contra el cambio climático, en lo que promete ser un evento histórico, un grito colectivo para salvar el planeta y salvarnos los humanos. Los que sabemos que el cambio climático es la gran amenaza a la salud de todos y todas, que ya mata a 150.000 personas al año (según la Organización Mundial de la Salud), saldremos a la calle el 21 de septiembre.

Pero no parece haber gran interés por este tema en Catalunya. Las personas más afectadas por el cambio climático, hasta ahora, son las de los países del Tercer Mundo que viven cerca del mar (Filipinas, Bangladesh), los que viven en países-islas, los indígenas del Ártico, los pobres de Asia y muchos otros.

En Catalunya nos cuesta mirar fuera de nuestro pequeño país. No somos un país muy solidario, no parece que nos demos cuenta que somos solo un trocito de un gran planeta. No entendemos que la interdependencia es parte de vivir en la Tierra.

No, nosotros dejamos que los barcos israelís utilicen nuestros puertos para sus negocios criminales y no nos sumamos a #BlockTheBoat. No boicoteamos los productos israelís, ni la ropa que en su fabricación enferman y mueren miles de trabajadores en la India y Bangladesh, ni los teléfonos Apple que fabrican niños en la China en condiciones de esclavitud. Lo que pasa más allá de nuestras fronteras parece no interesarnos y pensamos, erróneamente, que no tiene que ver con nosotros.

Claro que ya tampoco salimos a la calle por las injusticias en nuestro propio país: ya nos salimos en defensa de la sanidad pública catalana y es como si no nos afectara el que, durante las vacaciones de este verano, Boi Ruiz y Josep María Padrosa, han aprovechado las vacaciones para cerrar, reducir y privatizar aún más servicios sanitarios. Las plantas y camas que se han cerrado en los hospitales, los médicos de los CAPs que se han jubilado y no se reemplazan, las derivaciones a la privada, aunque a muchos nos afecta de manera vital cada día, no parecen motivar a los catalanes a salir a la calle. Ya no se sale a la calle por las injusticias.

No, da la impresión de que los catalanes solo salen a la calle a “desobedecer” si llevan camisetas todas del mismo color (¿fabricadas dónde, cómo y por quién?), para ponerse en filas bien ordenadas para obedecer la hoja de ruta de #ERCIU. Los que queremos otro tipo de país en el que no se cambie un Estado neoliberal por…otro Estado neoliberal, no tenemos sitio. Los que vemos una relación entre lo que hacemos, comemos, vestimos y compramos y el resto del mundo, somos vistos como unos exagerados despistados.

Mientras Catalunya contribuye a cambiar el clima global con su excesiva huella de carbono producida por ciudades como Barcelona e industrias como la de hidrocarburos en Tarragona, los ciudadanos no piensan ni en su futuro ni en el de millones de ciudadanos del mundo. Pues por mucha frontera que pongamos, los refugiados del cambio climático que ya buscan un sitio donde vivir, saltarán nuestras vallas y pedirán lo que es también suyo: un sitio para vivir en el planeta Tierra.

El cambio climático mata. Así de claro. No solo porque se ahogan miles en los tifones y huracanes (porque el mar, en ciertas partes del mundo ha subido 9 grados centígrados de temperatura, causando tifones y huracanes como los que nunca se habían visto) y porque los pobres pierden sus tierras, su sustento y devienen refugiados que no tienen a dónde ir. El cambio climático mata además causando sequías e inundaciones que destruyen la agricultura y reducen los alimentos en el mundo. También el cambio climático, según la OMS, mata aumentando el número y mutaciones de virus y estropeando nuestros sistemas inmunológicos. El tuyo y el mío. Y porque aumenta el efecto de todos los tóxicos en el aire, tierra y agua. Hasta en países ricos, como los EEUU, la OMS previene que en 10 años, en toda la parte este de ese país, no se podrá salir a la calle en verano más de una hora porque el calor y la humedad causarán la muerte por golpe de calor.

El cambio climático matará a tus nietos. Ellos se preguntarán que dónde estabas tú el 21 de septiembre del 2014, por qué no saliste tú al #BCN21S durante el grito mundial del #Climate2014 y por qué no pensamos en ellos, en su salud, en sus vidas cuando aún, a lo mejor, estábamos a tiempo.

El domingo que viene, el 21 de septiembre, por todo el mundo, 1.600 ciudades saldrán a la calle contra el cambio climático, en lo que promete ser un evento histórico, un grito colectivo para salvar el planeta y salvarnos los humanos. Los que sabemos que el cambio climático es la gran amenaza a la salud de todos y todas, que ya mata a 150.000 personas al año (según la Organización Mundial de la Salud), saldremos a la calle el 21 de septiembre.

Pero no parece haber gran interés por este tema en Catalunya. Las personas más afectadas por el cambio climático, hasta ahora, son las de los países del Tercer Mundo que viven cerca del mar (Filipinas, Bangladesh), los que viven en países-islas, los indígenas del Ártico, los pobres de Asia y muchos otros.