El presidente del Gobierno español ha reunido con la canciller alemana y muchos medios de comunicación catalanes se han quedado enganchados con la enésima negativa de Rajoy a la celebración de una consulta sobre la independencia de Cataluña el próximo 9 de noviembre y el apoyo (en voz baja) de Merkel a esta actitud. No hace falta decir que el twitter se cargó enseguida de exabruptos de los independentistas contra ambos políticos y de aplausos por parte de los que son contrarios a la secesión.
El tándem Rajoy-Merkel vino a decir que de V de Victoria el 11 de septiembre, nada de nada.
Pero ambos dieron una gran bofetada a la esperanza de que los catalanes (y los españoles) tenemos de que acabe de una maldita vez la política de austeridad que tanto daño nos ha hecho en los últimos años.
El compromiso anunciado por Rajoy ante su homóloga alemana de que continuará con la política de reformas, ajustes y recortes es mucho más terrible que el previsible anuncio que no cambia de actitud en cuanto a aceptar que se haga un referéndum sobre la independencia de Cataluña .
¿También era previsible que Rajoy nos amenazara con más recortes de la sociedad del bienestar, de la calidad y de la dignidad de vida de todos nosotros? Quizás. Pero se suponía que una vez llegada la recuperación económica que vende el gobierno del PP, cambiaría la dinámica de recortes y austeridad. Incluso el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, asumía hace unos días que hay que aflojar la cuerda de la austeridad que estrangula Europa. Y se suponía que Merkel habría entendido, al ver como Alemania se estancaba en el segundo trimestre del año, que había llegado el momento de arrinconar la obsesión por reducir el déficit público y apostar por el crecimiento y la inversión públicos.
De la cumbre Merkel-Rajoy me han quedado dos sensaciones: Una, que el presidente español ha cambiado austeridad y sufrimiento de la ciudadanía que gobierna por uno o dos cargos en las instituciones europeas renovadas. El otro que demasiados catalanes están preocupados por la V de la Victoria como pueblo del próximo día 11 y no se dan cuenta que nos acaban de hacer una gran B de Butifarra a nuestra calidad de vida como personas.
El presidente del Gobierno español ha reunido con la canciller alemana y muchos medios de comunicación catalanes se han quedado enganchados con la enésima negativa de Rajoy a la celebración de una consulta sobre la independencia de Cataluña el próximo 9 de noviembre y el apoyo (en voz baja) de Merkel a esta actitud. No hace falta decir que el twitter se cargó enseguida de exabruptos de los independentistas contra ambos políticos y de aplausos por parte de los que son contrarios a la secesión.
El tándem Rajoy-Merkel vino a decir que de V de Victoria el 11 de septiembre, nada de nada.