La falsa percepción sobre la inmigración: la población catalana cree que hay el doble de extranjeros de los reales
La población catalana tiene una imagen sobredimensionada del número de inmigrantes que residen en Catalunya. Según una encuesta de la Fundación ACSAR, la percepción es que hay un 29,3% de inmigrantes, cuando el dato real es el 16,2%. Sin embargo, sólo el 12% de los encuestados cree que la inmigración es un problema a resolver. Las principales problemáticas son la pandemia (50,8%), las relaciones entre Catalunya y España (46,5%) y el desempleo y la precariedad laboral (45,9%). Además, la mitad de la población considera aceptable el número de extranjeros residentes en Catalunya.
De la encuesta se extrae también que la población catalana valora positivamente el impacto cultural y económico de las personas inmigrantes, considera que no frenarán el desarrollo de la lengua catalana y está a favor de la regularización de la población migrante que lleva años viviendo en Catalunya, entre otros.
Estos son algunos de los resultados del Barómetro de opinión sobre percepciones y actitudes en relación a la población de origen extranjero en Catalunya. La encuesta se realizó entre el 1 y el 10 de marzo entre población a partir de 18 años con un mínimo de cinco años residiendo en Catalunya.
Entre las cuestiones tratadas por el sondeo está la disposición de la población local a relacionarse con personas migrantes en diferentes situaciones. Así, aunque la mayor parte de la ciudadanía encuestada acepta relacionarse de manera cotidiana con personas de origen migrante, solo un 7,4% pondría problemas a trabajar o estudiar con personas de origen extranjero, porcentaje que se eleva en el caso de contraer matrimonio con hijos o hijas (20,2% de rechazo), elegir escuelas con elevado número de inmigrantes (32,1%) o vivir en un barrio donde vivan muchas personas de origen extranjero (44,9%).
Por orígenes, aunque ninguna región mundial es rechazada mayoritariamente, sí hay nacionalidades por las que los encuestados sienten más simpatía, como los europeos, americanos (del norte, sur o Centroamérica) o asiáticos, que sobrepasan la nota del 7. Por debajo quedan las personas provenientes del África Subsahariana (6,59) y en último lugar las nacionalidades del Magreb, que son las que sufren más rechazo pese a obtener un 5,48 de aceptación en términos globales.
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