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Los hoteles de Barcelona registran una caída del 18% de la facturación el tercer trimestre de 2017

EFE

Los hoteles de la ciudad de Barcelona sufrieron una caída de un 18% de la facturación en los últimos tres meses de 2017. “Hemos vivido un trimestre fatídico”, se ha lamentado el presidente del Gremio de Hoteles, Jordi Clos, que ha achacado la caída a la crisis política en Catalunya, así como a los atentados de agosto en La Rambla o a las huelgas en el aeropuerto del Prat.

Con todo, el sector ha cerrado 2017 con una facturación positiva, un 6% superior a la del año anterior, lo que sitúa a la ciudad en un nuevo récord. Ello se debe, según Clos, al comportamiento “extraordinario” durante el primer trimestre.

Al cierre del año, la ocupación de los hoteles se situó en un 80%, similar a la registrada en 2016, aunque hubiera sido mayor sin el efecto negativo del último trimestre, mientras que el precio medio de la habitación concluyó a 138 euros, 7,5 euros más que en 2016.

El presidente del Gremio de Hoteles ha asegurado que, tras el conflicto político en Catalunya, “Barcelona está siendo excluida ahora de muchas candidaturas para conseguir reuniones de negocios en los próximos meses”.

En concreto, la facturación de los hoteles cayó cerca del 15% en octubre y noviembre y llegó a bajar hasta el 25% en diciembre, un mes en el que el sector suele cosechar buenos resultados. Esto ha impactado también en el empleo y no se han renovado 2.000 contratos, según el representante de los hoteleros, lo que supone un 8% del volumen de contrataciones que mueve el sector.

Los establecimientos más afectados fueron los de cinco estrellas, que vieron reducirse la facturación hasta el 35 % en diciembre, mientras que los menos perjudicados son los de una y dos estrellas.

Ante esta situación, el representante de los hoteleros de Barcelona ha urgido a las administraciones a activar medidas para frenar el declive del turismo en la capital catalana y ha instado en concreto a la alcaldesa Ada Colau a destinar más recursos económicos a la promoción a partir de la tasa turística.

En cuanto a responsabilidades, Clos ha dicho que han jugado un papel importante la incertidumbre política y los mensajes contrarios a la actividad turística, y ha recordado los ataques vandálicos a intereses turísticos de este pasado verano y las huelgas en el aeropuerto. Por el contrario, el atentado terrorista del 17 de agosto impactó en las reservas de manera puntual y no ha tenido un efecto negativo permanente, según Clos.

Con la mirada puesta en los próximos meses, el representante de los hoteleros ha expresado su preocupación por la pérdida de oportunidades para la ciudad que se está produciendo en el sector negocios, en el que la ciudad ha brillado en los últimos años y el que aporta más valor añadido.

Y ha asegurado que Barcelona “está siendo excluida” de la lista de ciudades candidatas a organizar ferias, congresos, convenciones o reuniones de empresas. “Recibimos menos peticiones y no se concretan tantas candidaturas como pasaba antes”.

De momento, el mes de enero está funcionando igual que el año pasado, pero las perspectivas de febrero son negativas con excepción del Mobile World Congres y marzo y abril están bastante por debajo de 2017.