Artur Mas encara las elecciones de marzo con un intento de dividir a la CUP
El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, ha sacado toda su contundencia verbal para empezar a encarar las nuevas elecciones a las que se precipita Catalunya tras el 'no' definitivo de la CUP su investidura y que Junts pel Sí no haya propuesto un candidato alternativo. En toda su comparecencia de prensa tras la reunión del Govern, Mas ha repetido que el 'no' de los anticapitalistas lo ha tomado “la mitad de la CUP”, una negativa que ha calificado como “un error de proporciones gigantescas”.
Mas ha querido hacer hincapié en la división de la CUP tras adelantar que el próximo día 11 firmará el decreto de convocatoria de elecciones. Ha recordado que Antonio Baños ha dimitido por el 'no' de la CUP a Mas y que la mitad de la asamblea de Sabadell “entendió el momento del país y que la propuesta de Junts pel Sí era potente”. Y también ha dejado claro que no piensa renunciar a la presidencia, tal y como le pide la CUP, apelando a la dignidad de la institución: “La presidencia de la Generalitat no es una subasta de pescado”.
A juicio de Mas, “el proceso se va a pique” si accede a las demandas cupaires (que han propuesto que Mas siga en el Govern liderando el área de Exteriores). Pese a todo esto, Mas ha explicado que el Govern en funciones aplicará las medidas del plan de choque social ofrecido a la CUP que permita la prórroga presupuestaria, que en total estaba cuantificado en 270 millones de euros.
El presidente ha criticado a la CUP porque, desde su punto de vista “ha imperado el espíritu revolucionario y a la contra por encima del sentido de país”, y ha avisado a los anticapitalistas: “El espíritu hiperrevolucionari no tiene ningún futuro teniendo 10 diputados”. Asimismo, Mas ha lamentado “el error de haber confiado en el sentido de país de la CUP”. Mas también ha sacado su perfil más conservador: “Con la revolución de las superizquierdas no llegaremos ni a la esquina”, ha afirmado.
“Convertir Catalunya en un estado requiere sumar y no restar, votar y no vetar”, ha reiterado Mas, que, a pesar de la última reunión propuesta por la CUP, ha asegurado que el 'no' de los anticapitalistas a su presidencia “no hace posible empezar la legislatura ni implementar el mandato democrático del 27 de septiembre”.
“Hemos tenido toda la paciencia del mundo”, ha defendido Mas, que se ha expresado hasta en términos bíblicos: “Hemos tenido más paciencia que Job”. Ha añadido que “nadie ha escatimado los esfuerzos” durante los tres meses de conversaciones. Mas ha querido reivindicar los “ofrecimientos de gran trascendencia”, que a juicio del presidente, ha puesto Junts pel Sí sobre la mesa de la CUP, como el Consejo de Presidencia o un plan de choque “ambicioso dentro de las posibilidades económicas de la Generalitat” (que no obstante Mas ha dicho que Junts pel Sí hubiera llevado a cabo igualmente).
También en el ámbito de las ofertas a la CUP, Mas ha señalado que la declaración de inicio del proceso de independencia se aprobó antes del debate de investidura porque “era una exigencia de la CUP para empezar a hablar. ”Junts pel Sí se ha movido y mucho“, ha remachado el presidente, que ha acusado a la CUP de ”no moverse en el único tema que no es importante, que es el quien“.