Ciudadanos ha denunciado a la organización de la izquierda independentista Arran ante la Fiscalía por un supuesto delito de odio tras el ataque con pintura amarilla a la casa del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. La protesta contra el instructor de la causa contra los independentistas encarcelados se produjo el pasado miércoles y fue reivindicada por la organización juvenil, vinculada a la CUP.
La líder del partido, Inés Arrimadas, ha presentado este jueves el escrito en el que se informa a la Fiscalía sobre el hecho. La decisión de interponer la denuncia desde el partido se tomó por el comité de dirección de Ciudadanos, según informaron en un comunicado. Antes de esto, los Mossos d'Esquadra ya habían abierto una investigación sobre las pintadas en el portal de la casa que Llarena tiene en Sant Cugat del Vallès (Barcelona).
La organización independentista Arran reivindicó el ataque desde su cuenta de Twitter, con un vídeo en el que se observa cómo dos jóvenes llegan a un portal y arrojan pintura de color amarillo sobre la puerta acristalada de entrada.
El vídeo viene acompañado de un mensaje: “El pueblo manda, Arran obedece. Ocho meses después, por petición popular y con una resolución de la instrucción judicial que prevé sentencias desmesuradas, lo hemos vuelto a hacer: señalamos al juez Llarena como símbolo del régimen del 78”. El pasado mes de marzo, Arran ya protagonizó una acción similar frente a la casa de Llarena en Das (Girona), con pintadas en el asfalto en las que le acusaban de “fascista”.
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha solicitado al Ministerio del Interior este jueves que adopte las medidas de protección necesarias para los jueces que trabajan en Catalunya y también para el magistrado Pablo Llarena, después del incidente ocurrido en su domicilio. La Comisión Permanente del órgano del gobierno de los jueces ha instado también a la Fiscalía General del Estado, a Interior y al Departamento de Interior de la Generalitat a que adopten “de inmediato” todas las medidas necesarias para “la persecución de las personas y grupos” que participaron en el ataque.
Desde la Generalitat, este jueves la consellera de Justicia, Ester Capella, ha afirmado hoy que las pintadas en la casa del magistrado no son “compartidas” por la mayoría de catalanes y son un acto “muy aislado”, a diferencia de las “agresiones fascistas”. “Es un acto no compartido, la mayoría de la gente del país no comparte este tipo de acciones, ya que si en alguna cosa se caracteriza el movimiento independentista es porque es cívico y pacífico y se expresa de otra manera que no es señalando a las personas”, ha sostenido la consellera.