UPyD y Ciudadanos, partidos gemelos que no se acaban de entender

La apuesta lanzada por el eurodiputado de UPyD Francisco Sosa Wagner de establecer una alianza electoral con Ciudadanos, que fue rechazada por varios líderes del partido magenta, ha vuelto a poner sobre la mesa la relación entre el partido de Rosa Díez y el de Albert Rivera. La principal diferencia ha salido a la luz a raíz de este episodio. Mientras que UPyD no está abierta a una coalición electoral, Ciutadans dice tener “la mano tendida”.

Las dos formaciones, que ahora comparten grupo en el Europarlamento, se presentan dentro del liberalismo progresista y frontalmente enfrentadas a los nacionalismos catalán y vasco. Nacidas para representar un espacio descrito como “no nacionalista”, que creían que no tenía un suficiente reflejo electoral en España ni en Cataluña, UPyD y Ciutadans estuvieron ligadas en sus orígenes por algunos de sus impulsores, entre ellos el dramaturgo Albert Boadella, el periodista Arcadi Espada, el filósofo Fernándo Savater, o la propia Rosa Díez.

Coincidencias de programa

Las similitudes no acaban ahí. Los programas de ambas formaciones pivotan sobre ejes similares. Ambos inciden en la eliminación de empresas públicas, la mejora de la gestión para evitar “el despilfarro público” o las “duplicidades entre administraciones”. También se han mostrado disconformes con la forma de aplicar recortes tanto de la Generalitat como del Gobierno de España y han pedido acabar con el modelo de inmersión lingüística en la escuela catalana. Además, coinciden en considerar que la Ley Wert se queda corta al dar poder a las comunidades y no defender suficientemente al castellano en el sistema escolar catalán.

En materia fiscal, UPyD y Ciudadanos también han estado unidos al pedir que se acabe con los regímenes propios de las diputaciones vascas y Navarra y han criticado los aumentos de impuestos llevados a cabo por la administración central y catalana. Ambos apuestan también por eliminar las diputaciones y en el partido que lidera Albert dice estar abierto a una de las principales aspiraciones de UPyD, como es el cambio de Ley Electoral.

Estrategias diferentes

Para las propias formaciones es difícil encontrar desencuentros programáticos. “Hemos tenido siempre una mano tendida porque siempre hemos visto que había grandes similitudes entre nosotros”, asegura Antonio Espinosa, secretario de Acción Política de Ciudadanos. Las diferencias que señala Espinosa corresponderían al apartado de la estrategia.

“En C's creemos que para construir un gran espacio alternativo al PP y al PSOE que pueda desplazar al nacionalismo es necesario integrar a las formaciones y organizaciones políticas que ya existen, una integración que entendemos que UPyD no está haciendo”, recalca Espinosa, que pone el ejemplo de Centro Democrático Liberal, un partido de ámbito estatal fundado en 2006 que se integró en Ciudadanos en febrero pasado.

El eurodiputado de Ciudadanos Javier Nart aseguró antes de las elecciones europeas que el problema por el que los dos partidos no iban juntos “se llama Rosa Díez”, unas declaraciones que Ciudadanos matiza. “A nuestro modo de ver, UPyD es demasiado presidencialista”, afirma Espinosa, “pero a estas alturas no puede decirse que en un partido democrático la responsabilidad sea enteramente de Rosa Díez”.

Aborto y financiación

Pese a que tanto Ciutadans como UPyD han tachado de “falacia nacionalista” las reivindicaciones sobre las balanzas fiscales, la financiación autonómica sí ha sido un punto donde ambas formaciones han mostrado algunos puntos de fricción. Ciutadans ha defendido en varias ocasiones en el Parlament de Catalunya la necesidad de mejorar la financiación “de acuerdo con el interés general” debido a que habría comunidades subfinanciadas, entre las que se encontraría Cataluña.

En cambio, UPyD nunca ha considerado a Cataluña como un territorio con carencias de financiación y lo sitúan “dentro de la media”. Tampoco en cuanto al aborto han estado del todo de acuerdo. Mientras que UPyD ha rechazado de plano la reforma de Gallardón y apostado por una ley de plazos, la formación catalana se abstuvo junto al PP en dos mociones en el Parlament que rechazaban que el Ejecutivo de Rajoy modificara la ley de interrupción del embarazo.