En Comú Podem anuncia su conversión en partido en los próximos 6 meses
El partido de los comunes podría ser una realidad antes del segundo trimestre del 2017. Así lo ha anunciado este miércoles el líder de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech. Según ha avanzado, la idea es que la nueva formación sea lanzada en una “convención constituyente”, que tendría lugar entre enero de febrero del próximo año. Antes, según este plan, se habrían realizado los “debates fundacionales”, que comenzarían el mes próximo.
En una entrevista en TV3 y en un artículo en La Vanguardia, la cara visible de los comunes ha hecho el anuncio sobre la inmediatez del que llaman “nuevo sujeto político”, pensado para aglutinar a todas las candidaturas y partidos del entorno con los que hasta ahora se han presentado a las diferentes elecciones.
El objetivo de los impulsores es que el nuevo partido esté preparado para presentarse a las próximas elecciones catalanas, que según el plan del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, se celebrarían el año que viene en estas mismas fechas. En esa cita electoral, En Comú pretende constituirse en una “alternativa de país” y defender el derecho a decidir por considerar que el modelo autonómico está agotado.
El diputado de En Comú Podem ha reiterado su oposición a los planes del independentismo y ha considerado que un referéndum “es un instrumento, no una propuesta de país”. Por esta razón, la propuesta de país que ha anunciado que harán iría más allá de decantarse sobre independencia o no, y se centraría “en hablar de todo lo otro y, así, luego, construir un nuevo país”. Por ello, Domènech ha vuelto a apostar por unas “elecciones constituyentes”, en las que la ciudadanía catalana pueda decidir entre el modelo que ellos presentarán y el que presenta el independentismo.
En el debate que se está dando en el seno del independentismo, sobre si la legislatura debe acabar con unas elecciones constituyentes o con un referéndum aunque no tenga el acuerdo del Estado, Domènech es tajante al posicionarse en la línea que defiende Convergència, asegurando que un referéndum convocado de forma unilateral por la Generalitat sería un nuevo 9-N.
