De “este debate no está sobre la mesa” a “no comentamos las reuniones del Govern”. Esta ha sido la evolución en solo tres días de la respuesta dada por el conseller portavoz, Jordi Turull, sobre la posibilidad de que el Govern se decante por convocar elecciones como reacción al 155. El giro no es casual. En los últimos días este debate se ha instalado en el seno del Govern, en paralelo a las presiones que llegan de todos los ámbitos para que Carles Puigdemont opte por esta salida.
Hasta la semana pasada el mínimo común denominador entre los partidos independentistas era reaccionar con una declaración de independencia a las medidas que se anunciaran en virtud del artículo 155. Era el último agravio que el Govern decidió coleccionar con la respuesta esquiva que Puigdemont dio a los dos requerimientos previos del Gobierno.
El plan que reunía el consenso implícito de todas las partes era acomodar el pleno del Parlament en el que se declararía la independencia al calendario del Senado, que votará este viernes las medidas del 155 acordadas por Rajoy, el PSOE y Ciudadanos. Pero, desde el anuncio del Gobierno del acuerdo adoptado, el pasado sábado, la inesperada dureza de las medidas ha disparado las presiones de diversos sectores a Puigdemont para que opte por una convocatoria de elecciones con la esperanza de poder conservar el autogobierno.
En la reunión del Govern de este martes la consellera Meritxell Borràs se sumó a la petición que desde hace días formula el titular de Empresa Sant Vila para que Puigdemont convoque elecciones. Algunas fuentes señalan que también los republicanos Carles Mundó y Toni Comín se expresaron en términos parecidos, pero preguntados por este diario ambos lo han negado.
Declaración o elecciones
El hecho de que la petición de urnas ya no lleguen solo de sectores ajenos sino de medios cercanos al soberanismo y de entidades económicas tradicionalmente aliadas han movido finalmente el suelo de Puigdemont. El president no ha descartado la declaración de independencia pero la opción de las elecciones es una que gana peso en las últimas horas.
Según confirman fuentes del independentismo, las opciones que se barajan son la declaración de independencia o la convocatoria electoral. Aún habría un tercer escenario, combinado, que consistiría en hacer una declaración de independencia y, posteriormente, convocar elecciones. Ahora bien, esta opción intermedia no convence a los partidarios de ninguna de las dos posturas.
Los favorables a la declaración, opción por la que se decanta mayoritariamente ERC, consideran que unas elecciones posteriores dejarían sin efecto la proclamación de la república. Mientras, los sectores del PDeCAT que ven con mejores ojos las elecciones observan que declarar la independencia antes de convocar elecciones haría imposible parar el 155. De este sector se esgrime, además, que en ERC no todos los consellers estarían de acuerdo con la posición mantenida en público por el partido.
Las elecciones podrían no parar el 155
Mientras este debate ocurre en el seno del Consell Executiu, la idea de que una convocatoria electoral pudiera evitar la aplicación del 155 se disipa según pasan los días. Este martes el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha asegurado que por mucho que Puigdemont decidiera llamar a las urnas la intervención de la Generalitat continuaría si no hay un rechazo explícito de la independencia. Un mensaje que, pese a que ha sido repetido por diversas voces del PP, el PSOE niega asegurando que sería suficiente con la convocatoria electoral.
El pleno de Parlament ha sido convocado por Carme Forcadell para este jueves a las 10 de la mañana. La sesión podría suspenderse si finalmente Puigdemont acude al Senado a comparecer por la tarde. De ser así, los diputados podrían continuar el viernes y, según indican algunos, incluso el sábado. No sería hasta el final de la sesión cuando se voten las propuestas de resolución, el vehículo parlamentario elegido si, finalmente, se opta por la declaración de independencia.