Pere Aragonès (Pineda de Mar, 1982) no se sentó formalmente a negociar con el PSOE pero no se acordó nada sin su aprobación. Ha sido designado por Oriol Junqueras como el hombre fuerte de ERC y en esta entrevista insiste en que para los republicanos no hay más solución que un referéndum de independencia. El vicepresidente del Gobierno catalán atiende a eldiario.es antes de que se conozca la decisión del Parlamento Europeo de aceptar la decisión del Supremo y dejar de considerar a Junqueras como eurodiputado.
Aragonès mide sus palabras aunque a la vez planta cara a los que, sobre todo en las redes sociales, acusan a ERC de ser tibia y critican a sus dirigentes por haber facilitado la investidura de Pedro Sánchez.
¿A usted también le importa un comino la gobernabilidad de España?
Esta expresión de Montse Bassa debemos entenderla en relación a la prisión de su hermana. Al lado de la privación de libertad, la gobernabilidad del Estado a la hermana de una presa política le debe importar muy poco. En todo caso, desde ERC hemos planteado un inicio de la legislatura porque así es posible una mesa de negociación para encontrar una salida política al conflicto que hay entre Catalunya y el Estado.
Por lo tanto a usted la gobernabilidad del Estado le importa un poco más.
Por suerte yo no tengo en prisión a una persona de tanta proximidad familiar. Montse Bassa expresó, desde su experiencia personal, el dolor que siente una parte muy importante de la sociedad catalana que ve cómo sus líderes políticos y sociales están en prisión de forma injusta.
¿Sabía que Montse Bassa diría esto en su discurso?
No me leo antes todas las intervenciones que hacen los diputados de ERC. En este caso sabía que Montse Bassa haría una intervención acorde con lo que había ido expresando durante la campaña electoral.
¿Le ha sorprendido la decisión del Tribunal Supremo de mantener a Oriol Junqueras en la cárcel?
Desgraciadamente no me ha sorprendido, pero esto no ha dejado de indignarme. Estamos ante una decisión que contraviene la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y sitúa al Estado español en un Brexit judicial. Un tribunal que plantea una cuestión prejudicial al TJUE y que no solo no se espera a tener la respuesta para dictar la sentencia, sino que después de dictarla dice que la respuesta no importa. Cuando llega dice que les importaba un comino la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
¿Estaba en manos del Gobierno catalán, como se ha insinuado estos días, que Junqueras estuviese el lunes en Estrasburgo?
Desgraciadamente, no. ¿Alguien se cree que si estuviera en manos de ERC o de un Govern del que formemos parte, que el presidente de nuestro partido saliese de la cárcel para ir a Estrasburgo o Bruselas para ejercer de eurodiputado, no lo haríamos?
¿Que les diría a aquellos que en las redes sociales dicen que lo que tendría que hacer la Conselleria de Justicia es abrir la cárcel y que salga Junqueras?
En las redes sociales también se dice que yo soy del Opus Dei cuando soy un ateo practicante. Y lo dicen insignes opinadores presentes en las redes. Muchas veces me veo obligado a relativizar lo que ahí se dice. Los caminos jurídicos que estamos diseñando desde la defensa jurídica de Oriol Junqueras y desde ERC son los que son transitables y viables. No se pueden plantear cuestiones para dejarnos muy satisfechos en Twitter mientras quien está en la cárcel seguirá ahí.
Sánchez insistió en el debate de investidura en que en la negociación bilateral con el Govern no se va a sobrepasar los límites constitucionales. ¿Es así?
Me remito a lo que está acordado y por escrito, y es que habrá una libertad absoluta para plantear todas las opiniones y propuestas sobre el futuro político de Catalunya. Este será el contenido de la mesa. Más allá de los principios del ordenamiento jurídico democrático, que no es solo el ordenamiento español sino también el europeo y el internacional, no hay más límites. Si queremos resolver la cuestión, que es que Catalunya quiere votar sobre la independencia, y que las instituciones del Estado han respondido con represión, debemos abandonar cualquier atisbo de inmovilismo. Con inmovilismo no encontraremos la solución.
PSOE y ERC han pactado que los acuerdos que alcancen en la mesa serán sometidos a “validación democrática a través de consulta a la ciudadanía de Catalunya”. ¿Para ustedes eso es sinónimo de un referéndum de autodeterminación?
Nosotros propondremos un referéndum sobre la independencia de Catalunya y como aspiramos a que esta mesa acuerde los términos que nosotros proponemos, aspiramos que lo que se someta a votación sea nuestra propuesta. El Gobierno del Estado tendrá las suyas y será el momento de confrontar lo que no hemos hecho hasta ahora.
Pero el PSOE no reconoce el derecho de autodeterminación. ¿Cree que puede cambiar de opinión?
Más allá de lo que pueda hacer el PSOE, cosa que tendrán que decidir ellos, lo que sabemos es qué vamos a hacer nosotros. No vamos a intercambiar el esfuerzo que ha hecho la sociedad catalana para defender un referéndum de independencia por una negociación al estilo de Jordi Pujol hace 20 años. Porque el conflicto no es que Catalunya pida decidir un aspecto más sobre los trenes de Cercanías. Se trata de decidir el futuro del país, es un conflicto constitucional, una fractura que se debe resolver de forma democrática y con mentalidad abierta.
ERC votó en contra del Estatut que el Govern del que entonces formaba parte había negociado. ¿Esto podría llegar a pasar con un acuerdo que se alcanzase en la mesa bilateral?
Nosotros antes que independentistas somos demócratas. Yo en ese momento era el portavoz de las juventudes de ERC y fuimos uno de los sectores más activos en defensa del 'no' al Estatut por insuficiente, desde el mismo día en que la ciudadanía de Catalunya validó ese Estatut pasó a ser el nuestro. Y en todo caso ahora lo que vamos a ser es el máximo de ambiciosos en la mesa de negociación. Debe ir acompañada de una desjudicialización del conflicto, que no será fácil porque provocará una reacción de los poderes fácticos del Estado que están capturados por la derecha y la extrema derecha.
Hay dirigentes socialistas que plantean recuperar la parte del Estatut que recortó el Tribunal Constitucional. ¿Les parece un buen punto de partida?
Esa es su propuesta, no es la nuestra. En cualquier negociación ninguna parte no plantea de entrada sus posiciones de partida. La nuestra, y esperamos que sea la posición también de llegada, es que la ciudadanía de Catalunya pueda votar si prefiere un Estado independiente o prefiere continuar con otro proyecto de Catalunya dentro del Estado.
¿Se fían del PSOE?
Nos fiamos de nosotros mismos, de la fuerza de nuestros 13 diputados. Sabemos que en un conflicto que no nació ayer y que no vamos a solucionar de la noche a la mañana algunos van a moverse un poco forzados.
Cuando Rufián repitió en el pleno la frase de que a él España no le roba porque quienes lo hacen son Rato, Bárcenas, Millet, Pujol... hubo quien recuperó una foto de usted cuando, estando en las juventudes de ERC, aparecía con un cartel en el que se leía que cada segundo España roba a los catalanes 450 euros. ¿España roba o no roba a Catalunya?
No tengo ningún problema en admitir que esa forma de explicar el déficit fiscal entre Catalunya y España a día de hoy la veo absolutamente desafortunada. Por suerte, los movimientos políticos también evolucionan. Decía Joan Fuster que lo primero que te van a negar tus enemigos es tu derecho a cambiar de opinión. En este caso, sigo opinando que hay un déficit fiscal que afecta a la ciudadanía de Catalunya, en especial a los sectores populares y trabajadores que son víctimas de la merma de los servicios públicos provocada por una falta de financiación adecuada.
Un pecado de juventud.
Quien no ha cometido pecados de juventud es que no ha tenido juventud.
¿Han acordado que los consellers del Govern vuelvan a las mesas sectoriales en las que están presentes el resto de Comunidades Autónomas?
Lo que hemos acordado es estrictamente el acuerdo entre ERC y PSOE sobre la mesa de negociación. Estas otras cuestiones no se han planteado y lo que vamos a hacer, como hemos hecho en estos últimos tiempos, es valorar en cada momento si vale la pena o no esa participación. Hasta ahora hemos visto que no, porque no es un incentivo participar en foros en los que el Estado tiene siempre la última palabra.
Sánchez se ha comprometido con Ximo Puig y con Compromís a abrir de una vez la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica. ¿Usted, en tanto que conseller también de Economía, asistirá a la reunión?
Nosotros vamos a plantear lo que mandate el Parlament. No podemos intercambiar, porque no lo admitiría la ciudadanía de Catalunya, un referéndum de independencia por una nueva financiación. A partir de aquí, siempre en cualquier ámbito en el que se pueda conseguir que llegue un solo euro más a los servicios públicos de Catalunya, nosotros vamos a defender nuestra posición.
¿Ustedes van a negociar con el PSOE pese a las reticencias de entidades como la ANC, muy contraria a su acuerdo con los socialistas?
ERC ha asumido la función de rompehielos. Ante una situación en la que hay una mínima oportunidad de avanzar en un diálogo que hemos reclamado en las calles y en las instituciones, y con todo el escepticismo por experiencias previas también con gobiernos socialistas, si hay una mínima oportunidad, hay que aprovecharla. Vamos los primeros y si después se suma mucha más gente, mejor. Si hay quien quiere esperar a ver los resultados para sumarse, que espere.
¿Qué pensó hace unos días cuando se enteró de que alguien había arriado la bandera española del Palau de la Generalitat?
Hay gestos simbólicos que no pueden permanecer en el tiempo. Lo importante no es el simbolismo, es la sustancia que hay detrás de lo que queremos conseguir y es que el referéndum no sea simbólico ni reconocido solo por una parte de la sociedad catalana.
¿Qué sustancia hay en bajar la bandera durante un cuarto de hora?
En todo caso debe preguntárselo a quien lo hizo, si lo encuentra.
¿Cómo alguien puede llegar hasta allí sin que nadie lo detecte?
Como dijo el presidente de la Generalitat, se está investigando, porque es evidente que alguna cosa falló en términos de seguridad.
¿Quim Torra puede seguir ocupando el cargo de presidente de la Generalitat si queda inhabilitado por el Supremo para ser diputado?
Es una situación jurídicamente muy compleja porque la JEC se ha atribuido unas funciones que la mitad de sus miembros cree que no tiene, sobre la decisión de si el president Torra debe continuar como diputado. Los motivos de cese de un diputado del Parlament y del president de la Generalitat están regulados y están en la normativa propia del Parlament, el Estatut y la ley de la Presidència. Eso es lo que se debe obedecer.
El Estatut establece que el presidente de la Generalitat debe ser escogido de entre los diputados del Parlament. ¿Interpreta que si no es diputado, no se puede ser president?
Lo que dice estrictamente es que hay que ser diputado para ser elegido president. No se pronuncia sobre si la condición de diputado es necesaria para lo continuidad en el cargo. Si se retira la condición de diputado al president Torra, debe continuar como president de la Generalitat porque perder la condición de diputado no es uno de los puntos tasados en la ley para perder la condición.
El letrado mayor del Parlament lo interpretó de una manera distinta a la suya.
Se lo debería preguntar al letrado mayor del Parlement.
¿Este año habrá elecciones en Catalunya?
Lo normal sería que no y que el Govern pudiese seguir con su trabajo. Tenemos unos presupuestos que verán la aprobación este primer trimestre. Hemos llegado a un acuerdo con Catalunya En Comú Podem que nos permite tener 2.900 millones más de gasto público, 900 millones más para Sanidad, una cuarta parte de los cuales serán para Atención Primaria; recuperación del gasto en las escuelas infantiles, rebaja en un 30% de las tasas universitarias... Es lo suficientemente importante para agotar el año y la legislatura.
Antes de que me responda que lo decidirán las bases de ERC, ¿usted quiere ser el candidato para las próximas autonómicas?
Esta será una decisión que tomen las bases de ERC.
De momento tiene la bendición de Oriol Junqueras.
Esto no va de proyectos personales. La política se hace colectivamente. Las victorias y los fracasos políticos, especialmente las victorias, no son gracias a las cualidades personales, sino gracias a la acción colectiva. Esto no va de si te hace más gracia o menos.
¿Y le hace gracia?
Es irrelevante. En este caso, todos debemos estar al servicio de un proyecto político que tiene ya 89 años de historia y que siempre ha estado defendiendo las libertades de Catalunya, la justicia social y la República como forma de gobierno.
La última encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió pronosticaba una clara victoria de ERC que le permitiría escoger entre repetir alianza con el espacio postconvergente o apostar por un tripartito de izquierdas. ¿Si pudiese elegir, qué pacto preferiría?
Los pactos que reflejen el 80% de la población catalana que defiende un referéndum como salida política al conflicto, el fin de la represión y los valores republicanos. En este ámbito están desde la CUP a Catalunya En Comú Podem pasando por ERC y Junts per Catalunya. Esa es la centralidad política en Catalunya.
¿No está el PSC?
El PSC a día de hoy no defiende un referéndum de autodeterminación, pero nosotros vamos a insistir en la mesa de negociación entre gobiernos para que lo acepte el PSOE, que ante la situación represiva se ha puesto de perfil. El PSC no forma parte de este carril amplio, pero no voy a cejar en mi empeño de que pueda incorporarse a él. Lo veo muy lejos por sus posiciones, que no son las que tenía el PSC en el 2012, cuando el mismo Iceta defendía una consulta acordada sobre la independencia de Catalunya.
Por lo tanto, a día de hoy descarta gobernar con el PSC en Catalunya.
Sí.
La entrevista completa a Pere Aragonès
Vídeo: Sònia Calvó