ERC exige a Sánchez dialogar sobre el “problema político” de Catalunya para moverles del 'no' a su investidura
ERC se mantiene en el 'no' a la investidura de Pedro Sánchez tras el preacuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos para un gobierno de coalición presentado este martes. Los republicanos exigen que Sánchez acepte el diálogo con el independentismo y reconozca la existencia de un conflicto político entre Catalunya y España si quieren que los votos de sus 12 diputados faciliten la investidura. “Nuestra posición hoy es un no”, ha fijado, tajante, la portavoz de Esquerra, Marta Vilalta.
Los republicanos consideran que el actual escenario es diferente al de julio pasado. En primer lugar, por la sentencia del Supremo contra los líderes independentistas. Pero, además de eso, en ERC también acusan al PSOE de mantener una posición demasiado dura hacia el independentismo durante la campaña. “Hemos visto a Sánchez aplaudir la sentencia contra los líderes independentistas, proponer medidas contra educación catalana o contra los medios públicos catalanes”, ha enumerado Vilalta, que también ha recordado la propuesta de volver a castigar en el código penal la celebración de referéndums ilegales.
ERC ha emplazado a Podemos y al PSOE a que reconozcan que hay “un conflicto político” en Catalunya y no un mero problema de convivencia. En el partido de Oriol Junqueras ha sentado especialmente mal el punto 9 del texto del preacuerdo firmado por Sánchez e Iglesias, en el que los dos partidos acuerdan “garantizar la convivencia” y “fomentar el diálogo en Catalunya”. Para los independentistas, este redactado es fruto de la posición del PSOE más alejada de la adoptada en la moción de censura, cuando Sánchez habló de conflicto político y plurinacionalidad.
Fuentes del partido republicano explican que, aunque este martes el cabeza de lista independentista, Gabriel Rufián y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, trataron de contactar por teléfono, finalmente no lo hicieron. Así pues, la dirección de Esquerra se ha enterado del preacuerdo para una coalición de izquierdas a la vez que el resto de la ciudadanía. A los republicanos les sorprenden las prisas y recelan de la franqueza de Sánchez. “Cuando quieres que algo funcione lo trabajas antes y no lo presentas cocinado”, aseguraba este martes un miembro de la directiva republicana.
La posición inicial de ERC respecto a la investidura es de máxima dureza, pero en la formación reconocen que la tensión podría empezar a rebajarse si el PSOE les pidiese abiertamente el apoyo. “Que vengan y nos digan qué quieren y de qué están dispuestos a hablar”, exclamaban estas mismas fuentes. Los republicanos no esconden que siguen considerando útil el esquema de Pedralbes, cuando el Gobierno y la Generalitat negociaron bilateralmente y pactaron una declaración conjunta. Esto, aceptan, no va a ocurrir antes de la investidura, pero consideran que Sánchez sí puede mostrar su voluntad de volver a esa mesa si quiere contar con sus votos en la investidura.
También Laura Borràs, la cabeza de lista de JxCat en el Congreso, ha reafirmado su rechazo a facilitar la investidura de Pedro Sánchez, ni siquiera mediante una abstención. Borràs ha reaccionado al preacuerdo alcanzado entre el PSOE y Unidas Podemos para formar un gobierno de coalición, calificando de “decepción” su posición sobre Catalunya. Para Borràs, Podemos “compra el marco mental del 155” cuando firma un documento que se compromete a “garantizar la convivencia”, por lo que su formación no lo apoyará en el Congreso.