Gobierno y Generalitat negocian un espacio de diálogo entre partidos sobre el encaje territorial
El Gobierno y la Generalitat avanzan hacia la formación de una mesa de diálogo entre partidos en la que poder buscar “una propuesta política sobre el futuro de Catalunya”. Así lo han expresado ambas partes en un comunicado conjunto emitido tras la reunión que este jueves han celebrado la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, junto al vicepresident del Govern, Pere Aragonès, y la consellera Elsa Artadi. Los interlocutores volverán a reunirse la semana que viene en Barcelona para concretar esta fórmula.
El espacio de diálogo entre las formaciones políticas se crearía en paralelo a la comisión bilateral entre los ejecutivos, que está enmarcada en el Estatuto catalán y que los gobiernos de Pedro Sánchez y Quim Torra reactivaron tras el fin del 155, después de años sin reunirse. La mesa de partidos podría serviría para canalizar el debate sobre los asuntos más políticos que institucionales, como es el encaje territorial catalán. El Gobierno subraya que la mesa que proponen debe ser de partidos catalanes y matizan que el “marco de diálogo es el Estatut”.
Los independentistas, por su parte, aspiran a que en esa mesa se siente el PSOE y, además, un tercer agente que actúe como mediador entre socialistas e independentistas. Una opción sobre la que, desde el Gobierno, prefieren no posicionarse, remitiendo a que por el momento el comunicado conjunto no dice nada de ello. Pero los miembros del Govern consideran que la existencia de ese intermediario o testigo es un punto imprescindible para que el diálogo funcione. Fuentes independentistas entienden que el árbitro imparcial podría ser alguien del entorno de Podemos o los 'comuns'.
Desde el Govern no ocultan que tienen expectativas en esta mesa. Tantas que fuentes del Ejecutivo catalán explicar que si llegase a producirse tal y como ellos la plantean, es decir, con el PSOE y mediación imparcial, ellos se abrirían a la tramitación de los presupuestos de Pedro Sánchez. Esta opción, recuerdan, es exactamente lo que reclamó la semana pasada el líder de JxCat, Carles Puigdemont, desde Bélgica, y también podría corresponderse con el “gesto” que reclama ERC.