El procesamiento de los principales investigados en la causa por rebelión del Tribunal Supremo va camino de tener un nuevo capítulo internacional. El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, a petición de la Fiscalía, ha dictado una orden de busca y captura internacional contra Marta Rovira (huida a Suiza este viernes) y ha reactivado la euroorden de arresto y entrega contra Carles Puigdemont y los cuatro exconsellers que se marcharon a Bélgica en octubre.
La Fiscalía sostiene que ha de actuarse “conjuntamente” respecto de todos los encausadaos, tanto los que permanecen en España como en el extranjero. “De momento no existen razones para hacer distinciones, sin perjuicio de que este extremo pueda variarse en el futuro”, añade el ministerio público.
El ministerio público ha solicitado además el arresto internacional de Anna Gabriel, que permanece en Suiza, pero el juez no lo ha acordado. La exdiputada de la CUP ha sido procesada este viernes pero no por rebelión como el resto de dirigentes independentistas en el extranjero, sino por desobediencia, delito que no comporta penas de prisión sino de inhabilitación. La extradición desde Suiza, además, tiene trámites distintos a la que se pueda seguir desde Bélgica al no formar parte el país helvético de la UE.
Respecto a Rovira, procesada por rebelión este viernes, la Fiscalía solicita prisión incondicional, tal y como ha pedido para los diputados que sí se han presentado ante el Supremo. Al estar huida, reclama además una orden de busca y captura internacional.
Asimismo, el ministerio público solicita reactivar las euro-órdenes de arresto y entrega contra Puigdemont y los exconsellers Lluís Puig, Meritxell Serret y Toni Comín (que permanecen en Bélgica); Clara Ponsatí (en Reino Unido, país al que ha viajado desde Bélgica para volver a dar clases en la universidad de Saint-Andrews).
El juez retiró el pasado 5 de diciembre la primera euro-orden emitida contra los exconsellers en Bélgica por parte de la Audiencia Nacional en noviembre. Lo hizo un día después que los dirigentes independentistas registraran sus alegaciones ante los jueces belgas en contra de la extradición. Valoró entonces Llarena, entre otros motivos, que Bélgica podría rechazar parcialmente la euroorden o limitar la investigación por rebelión.
Puigdemont se encuentra hasta este sábado en Finlandia, desde donde prevé regresar a Bélgica, país en el que ha fijado su residencia tras marcharse de España. Rovira ha sido la última dirigente en emprender, en sus palabras, el “camino del exilio”, después de que el juez le advirtiera de que de no presentarse a sus citaciones como ha ocurrido este viernes, ordenaría su inmediato ingreso en prisión.
Este viernes Llarena ha procesado a Puigdemont, Comín, Ponsatí por rebelión y malversación; a Rovira, por rebelión; a Puig y a Serret, por desobediencia y malversación; y a Gabriel, por desobediencia. En círculos jurídicos se daba por descontado que Llarena reactivaría la orden europea de arresto y entrega después del procesamiento de los principales investigados, después de que rechazara hacerlo cuando Puigdemont viajó a Dinamarca en enero.