Junts ha clausurado este domingo su congreso nacional volviendo a cargar contra la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Gobierno y haciendo una defensa férrea del llamado “mandato del 1 de octubre”. El secretario general, Jordi Turull, ha pedido al independentismo evitar “más renuncias” y “pasar a la acción” y la presidenta, Laura Borràs, también ha dirigido mensajes contra ERC y su apuesta por el diálogo. “No estar en ninguna mesa de diálogo es la mejor manera de defender una negociación real”, ha señalado la presidenta del Parlament.
Los delegados han votado este domingo las cuatro ponencias que se aprobaron ayer y han obtenido un gran apoyo. En estas ponencias el partido aboga por eliminar el impuesto de sucesiones y el de donaciones así como una rebaja del 50 al 45% del tipo máximo del IRPF.
Junts también ha aprobado su renuncia a la mesa de diálogo, la mencionada defensa “del mandato del 1 de octubre” y un cambio en sus estatutos que rebajará las exigencias a sus cargos imputados por corrupción: una comisión de garantías decidirán si mantiene en el cargo a dirigentes condenados por corrupción si consideran que son víctimas de “lawfare” (guerra jurídica), en una reforma que llega cuando a la presidenta del partido la Fiscalía le pide seis años de prisión por fraccionar contratos para beneficiar a un amigo.
La formación nacionalista también ha aprobado la posibilidad de consultar a las bases -sin fecha determinada- sobre su permanencia en el Govern así como sobre la continuidad de su pacto con el PSC en la Diputació de Barcelona. Durante este domingo también se ha aprovado que el presidente del nuevo consejo nacional (un cargo no ejecutivo) será el exconseller Josep Rull.