Millet, Aznar y la FAES catalana: la rama no investigada del caso Palau
Las declaraciones de acusados y testigos del caso Palau han mostrado como Fèlix Millet, además de saqueador y facilitador de comisiones a Convergència, era de los mejores relaciones públicas entre la jet set catalana. Que Millet no daba puntada sin hilo se demostró a principios del siglo XXI, cuando ante el ocaso del pujolismo en la Generalitat, trabó amistad con José María Aznar, por aquel entonces presidente del Gobierno y líder todopoderoso del PP. Este lunes, por primera vez tras once sesiones de juicio, un testigo se ha referido a la relación entre Millet, Aznar y el Institut Catalunya Futur, la rama catalana de FAES.
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) siempre sospechó que de esa amistad podría salir una pieza separada del caso Palau. Como acusación popular de la causa, en 2013 pidió que se investigara si el Palau había participado en un supuesto desvío de fondos hacia el Institut Catalunya Futur. El juez instructor y la Audiencia de Barcelona lo desestimaron.
“Pedimos que se investigaran varios hechos que no nos cuadraban”, explica el abogado de la FAVB, Àlex Solà. Las sospechas de la FAVB versaban sobre el sobrecoste que Hacienda y la auditora Deloitte detectaron en las obras de ampliación del Palau, que pagó en su mayoría el ministerio de Cultura, y el aumento en donaciones anónimas que recibió el Instituto Catalunya Futur.
Las auditorías mostraron que entre las certificaciones de obra en la ampliación del Palau del ministerio y las certificaciones reales había una diferencia de dos millones de euros. Por el otro lado, el aumento de donantes anónimos a la FAES catalana entre 2003 y 2004 ascendía a un millón de euros. La época coincide con la entrada como patrono de la FAES catalana de Millet, hijo de uno de los fundadores de una de las entidades más representativas del nacionalismo catalán, Òmnium Cultural. Como el juez rechazó abrir una investigación, la identidad de los donantes anónimos de la FAES catalana sigue siendo desconocida.
Además, una carta anónima dirigida a los Mossos d'Esquadra donde se afirmaba que la fundación del PP estaba implicada en los tejemanejes de Millet terminó por disparar las alarmas. Y es que también fue un anónimo, en este caso a Hacienda, el que denunció la cantidad sospechosa de dinero en efectivo que movía el Palau. El fisco abrió una inspección que terminó desvelando un desvío de más de 30 de millones, 6,6 de ellos supuestamente pagados por Ferrovial a Convergència a cambio de obra pública. Sin embargo, Hacienda no pudo confirmar la denuncia anónima referente a la FAES catalana.
Millet se hizo patrón de la FAES catalana mientras el Gobierno financiaba la ampliación del Palau. En conjunto, las subvenciones del ministerio de Cultura ascendieron a 12,6 millones, mientras que el resto de administraciones locales y autonómicas catalanas aportaron poco más de 3 millones. Según se desprende de lo declarado por el extesorero del Orfeó Català, Pau Duran, Millet sólo buscaba alguien que le financiara la ampliación del Palau: en 2005, el mandamás del Palau comunicó a la junta que dejaba de ser patrón del Institut Catalunya Futur “porque ya no funcionaba”. La última subvención del ministerio de Cultura para las obras del Palau fue en 2004.
Amistad trabada en Menorca
“Millet presentó en sociedad a Aznar en Catalunya. Pero a la sociedad en mayúscula, a los intocables”, explica Solà. El letrado hace referencia al papel de cicerone que adoptó Millet para presentar a Aznar a las 400 personas “que se encuentras en todas partes”, en palabras del propio Millet, y que tradicionalmente han ejercido el poder en Catalunya.
La estrecha relación entre Millet y Aznar se fraguó en cartas, viajes a Barcelona donde Millet mostraba a Aznar los proyectos de expansión del Palau, que terminó pagando el ministerio de Cultura, y también en cenas de verano en la casa que la mujer de Millet tiene en Fornells (Menorca), con privilegiadas vistas a la bahía.
“Sería un honor que, tal y como hicimos el año pasado, quisieráis volver a repetir una velada con nosotros”, le escribió Millet a Aznar en 2003, en una carta que desveló El Periódico de Catalunya, cuando el del PP ocupaba la presidencia del Gobierno. Aznar no fue el único invitado de Millet en Menorca: en la casa de Fornells también cenó Artur Mas.
El Institut Catalunya Futur fue un intento del PP catalán, entonces dirigido por Josep Piqué, de marcar un perfil propio en Catalunya, alejado del nacionalismo español. En 2003 el pujolismo daba sus últimos coletazos, y también el PP quiso captar a los sectores más moderados del catalanismo aprovechando la retirada del expresident.
Además de Millet, en el patronato fundador en 2003 del Institut Catalunya Futur figuraron el expresidente del COI, Juan Antonio Samaranch; la exministra Anna Birulés; y el historiador Luis Racionero. Solo tres años antes, Millet había dado 72.000 euros del Palau a Àngel Colom para pagar las deudas del extinto Partit per la Independència (PI). Una muestra de la capacidad de Millet para jugar en todos los terrenos.