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La cara y la cruz del programa de Rufián en Youtube: críticas internas por los invitados pero un éxito de audiencia

Gabriel Rufián, en una captura de Youtube de su programa

Arturo Puente

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No es fácil que un vídeo promocional de un partido como ERC sobrepase las 1.500 visualizaciones en Youtube. El último clip que los republicanos subieron a su canal, una reacción a la condena contra los líderes independentistas de hace tres meses, tiene ahora poco más de 1.200 vistas. Por eso en la formación están más que satisfechos de lo conseguido por La Fábrica de Rufián, un contenido que lanzaron hace menos de un año casi como una prueba. El último de esos vídeos, en el que Gabriel Rufián entrevista al periodista Arcadi Espada, ha sido visto por más de 150.000 personas en solo una semana.

Los números están ahí. Aunque muchos segmentos de la población ni siquiera hayan oído nunca hablar de La Fábrica de Rufián, lo cierto es que el diputado independentista reúne semanalmente a audiencias en Youtube a las que ERC sería incapaz de llegar por otras vías. Con 38.000 suscriptores, los vídeos principales del canal –las entrevistas completas de Rufián a invitados– consiguen con facilidad 100.000 visitas, datos que no están lejos de los que obtenía Pablo Iglesias en La Tuerka.

Pero los buenos datos de audiencia no han sido suficientes para evitar que esta semana los vídeos que protagoniza Rufián hayan generado una avalancha de críticas internas y una crisis dentro de ERC. Después de que se publicara un vídeo de presentación –que ya lleva más de 200.000 visitas– en el que Rufián anunciaba que su siguiente invitado sería Xavier García Albiol, el polémico exalcalde de Badalona y exlíder del PP catalán, las juventudes de ERC, Jovent Republicà, o voces como el diputado de su partido en el Parlament Ruben Wagensberg han arremetido contra el contenido de La Fábrica.

“No podemos abrir las puertas a la normalización de los discursos del odio. El fascismo hay que aislarlo y combatirlo. ¡No en nuestro nombre!”, tuiteaban las juventudes de su partido. “No va de fobias. Va de blanquear un discurso y unas políticas durísimas, ultras y racistas contra las que muchísima gente en las calles y desde las entidades cada día se dejan la piel. Y sí, de intereses: los tuyos”, remataba el diputado Wagensberg.

A partir de aquí, el programa de Rufián desencadenaba un intenso debate en las redes pero, también, en el seno de su partido. Miembros de la dirección republicana, tras reclamar información sobre el programa, apostaron por desvincular en todo lo posible la imagen del partido de La Fábrica, algo que ya se venía haciendo desde el inicio de las grabaciones, donde nunca aparecen logos de ERC. Otros miembros destacados del partido, en cambio, reclamaban que los perfiles oficiales de ERC en las redes salieran a mostrar apoyo a Rufián, algo que finalmente se descartó.

El canal de Youtube, que hasta el momento había sido un proyecto casi personal de Rufián y que vinculaba solo a algunos miembros del equipo de comunicación de ERC, se convertía de pronto en un quebradero de cabeza para la cúpula del partido al más alto nivel.

“La única forma de llegar a ese público”

La Fábrica de Rufián nació en junio pasado como una idea conjunta entre el propio diputado y miembros del equipo de comunicación del partido. Era una apuesta poco convencional para los estándares de comunicación en Catalunya, aunque tenía ecos evidentes de La Tuerka y otros espacios con los que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ganó popularidad en sus inicios. Respondía además al interés que Rufián siempre había tenido en la comunicación. Entre otras iniciativas, había lanzado un proyecto de podcast llamado Más que Twitter.

“Teníamos la intuición de que podía funcionar un espacio así entre un público que literalmente no consume ningún medio en los que estamos presentes, no ve la tele convencional, ni pone emisoras de radio generalista, y que tampoco está en nuestro radio en las redes sociales”, explica un miembro del equipo de comunicación de Esquerra que ayudó a preparar el proyecto y que ha seguido su desarrollo. “Ahora hemos comprobado que era la única forma de llegar a ese público. Desde ese punto de vista, los resultados son de éxito total”, afirma.

Que Rufián y su equipo sabían lo que hacían se demuestra desde el piloto. El programa, con la estética de toque amateur que tanto funciona en redes, en realidad está realizado por una productora. Para el primer capítulo, eligieron como invitado a FortfastWTF, un youtuber consagrado, con más de un millón de suscriptores en su canal y que en muchas ocasiones toca temas políticos de forma irreverente. Fortfast era la vía directa a hacerse con un buen número de visionados desde el primer programa. Y lo consiguieron, rápidamente sobrepasaron los 100.000 visionados.

La siguiente entrevista fue el periodista Ernesto Ekaizer, un perfil teóricamente más cercano al que suele relacionarse con un diputado. Pero fue el tercer invitado con el que La Fábrica de Rufián experimentó el gran boom en la red: el 'youtuber' Jordi Wild, con nueve millones de seguidores en la plataforma de vídeos. El paso de Wild por el programa de Rufián hizo que La Fábrica apareciera en tendencias de Youtube, lo que la colocó en el mapa del mundillo.

A partir de ese arranque, que denota una cuidada estrategia promocional, por el programa han pasado perfiles de todo tipo, muchos de ellos del mundo del periodismo y la comunicación, y la mayoría caras conocidas, aunque no siempre.

“Blanquear” a Albiol o llegar a su público

Que los personajes invitados a La Fábrica de Rufián suscitaran el interés de la red ha sido el principal aliciente del espacio. Youtube quería ver al siempre polémico diputado independentista entrevistando a un periodista como Arcadi Espada, que se ha manifestado en tesis antagónicas a las de Rufián, o directamente a un rival político como el exlíder del PP y exalcalde de Badalona, Xavier García Albiol. Pero los personajes que tan buenos resultados dan en viralidad han acabado siendo el objeto de las críticas, sobre todo dentro de voces internas del independentismo.

“Yo no salté contra La Fábrica, sino en defensa de los militantes de barrio que se dejan la piel de forma anónima para combatir los discursos xenófobos y racistas de políticos como Albiol. De pronto los ven retransmitidos en un espacio que supuestamente es cercano a ellos y protestan con razón”, explica el diputado Wagensberg, que también carga contra TV3 por haber dado minutos de pantalla a miembros de Vox en programas como FAQs.

El diputado se muestra dispuesto a “discutir sobre las estrategias a seguir para parar al fascismo”, pero asegura que antes que eso es necesario conocer experiencias que han funcionado en otros lugares. “Sabemos algunas cosas sobre lo que funciona para combatir los discursos xenófobos y fascistas, sabemos que darles voz, aunque sea con el objetivo de confrontarlas, en realidad las alimenta, y sabemos que es mejor no darles espacio”, afirma Wagensberg.

Pero otras fuentes de ERC, que piden no ser identificadas “para no seguir abriendo la polémica interna”, consideran que La Fábrica de Rufián consigue al discurso del independentismo de izquierdas colarse en la pantalla de los votantes de Vox o de gente que de ninguna otra forma vería el discurso racista confrontado. “No estás dando voz al fascismo, sino que el fascismo te la está dando a ti”, aseguran, argumentando además que la derecha y la extrema derecha no necesitan promoción ni en la televisión convencional ni en Youtube, porque tienen canales de sobra para expandir su mensaje.

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