Puigdemont respalda a Mas a la salida del juicio: “Hoy la democracia española es más pequeña”
La ceremonia política en torno al juicio contra Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau ha acabado este viernes en el mismo escenario en el que comenzó: el Palau de la Generalitat. Fue de la sede gubernamental desde donde salió la comitiva que acompañó a los acusados el lunes, primer día del juicio, y aquí han comparecido president y expresident, Carles Puigdemont y Artur Mas, unas horas después de que el juez Barrientos diera el juicio del 9-N por visto para sentencia.
Con esta liturgia el Govern ha optado por dar al juicio del 9-N máxima relevancia institucional, en una semana en la que el president Puigdemont no ha tenido miramientos a la hora de identificar a los acusados con el Govern que preside. “Dijimos que nos sentíamos juzgados y hoy nos hemos sentido representados por sus palabras ante el tribunal”, ha explicado Puigdemont, tras asegurar que Mas, Ortega y Rigau no actuaron por cuenta propia sino “mandatados por la voluntad democrática”.
Por su parte, Artur Mas ha utilizado su comparecencia en el Palau ante la prensa para acabar el alegato final que había comenzado en su última palabra en el juicio. El expresident ha asegurado que él “considera en su intimidad que no ha cometido ningún delito” y ha asegurado que, haya la sentencia que haya, “tras este juicio la democracia española es más pequeña”.
El ahora presidente del PDECat ha evitado acusar directamente al fiscal de falta de independencia, pero no se ha resistido a subrayar uno de los aspectos que hay ha apuntado durante el juicio: “Que un Fiscal en sede judicial nos explique que la Fiscalía General del Estado le recalcó que fuese justo es para llevarse las manos a la cabeza”, ha indicado. Mas respondía a las palabras del fiscal, Sánchez Ulled, quien en sus conclusiones ha revelado una conversación con la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, en la que le habría pedido “una valoración técnica y rigurosa”.
En una semana que ha calificado como “personalmente dura”, Mas ha agradecido el “calor” expresado por los miles de manifestantes que el lunes le acompañaron y por el Govern. Sobre su estrategia de defensa, que ha sido motivo de crítica por parte de la CUP al entender los anticapitalistas que debería haber asumido la desobediencia, Mas ha asegurado que eso hubiera sido “postureo”, además de mentir ante el tribunal.
Mas además ha rechazado dar consejo alguno a Puigdemont sobre los meses que están por venir, en los que el Govern ha anunciado la convocatoria de un referéndum. “Solo encontrará apoyo incondicional, ante las últimas consecuencias”, le ha asegurado, admitiendo que él encontró “intereses partidistas” en algunos momentos de su mandato.
Puigdemont ha recogido el guante que le lanzaba su antecesor para referirse brevemente al futuro del proceso soberanista. “El Govern español siempre está a tiempo de rectificar”, ha argumentado, “debe entender que se ha de dialogar en una mesa política y no a través de la Fiscalía”.
El president de la Generalitat, que este miércoles tomó sorpresivamente la palabra en el Parlament para hacer una defensa cerrada de la actuación de su mentor en el 9-N, ha vuelto a hacerlo este viernes en su presencia, resaltando las similitudes entre aquel proceso participativo y el referéndum que él ha fijado en la agenda. “Si el Estado ve como problema que millones de catalanes voten, el problema lo tiene el Estado, no los catalanes”, ha zanjado Puigdemont.