La polémica actuación del cantante norteamericano Matisyahu en el festival Rototom en 2015 da nuevos coletazos casi dos años después. El juzgado de instrucción 19 de Valencia ha admitido una querella contra nueve personas que pidieron en las redes sociales que el festival cancelara la actuación del artista por haber apoyado acciones del ejército de Israel contra los movimientos propalestinos. “Es surrealista que podamos ir a prisión por pedir al Rototom que no contratara a Matisyahu”, afirman en conversación con este diario Imma Milán e Irene Esteban, dos de las denunciadas por sus mensajes.
En el plano jurídico, la querella admitida acusa a las nueve personas de los presuntos delitos de incitación al odio además del de coacciones, penados con un máximo hasta cuatro años de cárcel. Son dos delitos de los que habitualmente se acusa a miembros de grupos ultras o neonazis. La denuncia contra los activistas la ha presentado el presidente de una asociación de reciente creación, el Comité Legal para la Lucha contra el Antisemitismo y la Discriminación, el abogado Abel Isaac de Bedoya Piquer, quien ha depositado 2.000 euros en el juzgado para personarse en la causa.
Milán y Esteban consideran que la querella busca “criminalizar” a la campaña internacional Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) a Israel al relacionarla con supuestos delitos de odio contra judíos como Matisyahu. El BDS, junto a otras organizaciones sociales y a favor de los derechos humanos, fue una de las entidades que se sumó en 2015 a la petición para que el cantante no actuara en el festival, aunque finalmente Matisyahu sí cantó en el Rototom.
“Nos sentimos instrumentalizadas por los grupos que van en contra de un movimiento pacífico como es el BDS. Se hicieron miles de tuits en todo el mundo”, explican Milán y Esteban. Señalan además que dos de los territorios del Estado donde más apoyo ciudadano e institucional tiene la campaña son el País Valenciano y Catalunya, donde viven los nueve querellados. “La querella persigue la libertad de expresión”, zanjan.
Desde el BDS subrayan que las críticas a la actuación de Matisyahu que han originado la querella se canalizaron en exclusiva a través de las redes sociales. Asimismo, destacan que la campaña no se basó en la condición judía del cantante sino en sus opiniones sobre actuaciones del estado de Israel respecto a Palestina o al ataque israelí a una flotilla internacional de solidaridad con Gaza en 2010.
Matisyahu, en una entrevista, criticó la “cobertura parcial de los medios” en el caso de la flotilla. “Estuvieran o no los barcos llevando ayuda a Gaza, esas son aguas territoriales que pertenecen a Israel; eso está aceptado internacionalmente. [...] ¿Viste las imágenes? No se ve a israelíes pegando a pacifistas. ¡Son estos los que están pegando uno a uno a los soldados con barras de metal”, aseveró . Y en otra entrevista afirmó: “Por lo que yo sé, nunca ha existido un país llamado Palestina”.
En este sentido, Milán y Esteban explican que mediante sus tuits pidieron al festival que cancelara la actuación del cantante norteamericano. “No estábamos de acuerdo en que un festival comprometido con la paz como el Rototom contratara a artistas que han apoyado actuaciones de Israel contrarias a los derechos humanos”, aseveran.
Los denunciados han iniciado una campaña de recogida de apoyos. El manifiesto considera la querella una “violación flagrante de la libertad de expresión” así como un “intento de criminalizar y reprimir nuestro derecho democrático a defender los Derechos Humanos tanto en nuestros territorios como internacionalmente”.
Más de 750 individuos, colectivos y grupos de música ya se han adherido a la campaña en favor de los querellados. Entre ellos, Richard Falk, relator especial de les Naciones Unidas sobre la situación de los Derechos Humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967; el cantante Fermín Muguruza; diputados y concejales de Compromís, En Comú Podem, IU o la CUP; la Red Internacional de Judíos Antisionistas (IJAN); o la Asociación Catalana de Judíos y Palestinos (JUNTS).