El Parlament celebrará este martes desde primera hora un pleno, pese a que estaba previsto para la tarde. El presidente de la Cámara, Roger Torrent, ha optado por avanzar la convocatoria para intentar esquivar al Constitucional y poder debatir una moción sobre la autodeterminación, que fue impugnada por el Gobierno el pasado viernes, que el alto tribunal no ha podido aún paralizar.
Con este cambio de hora, el presidente del Parlament trata de evitar el delito de desobediencia en el que podría incurrir si se debatiera la moción después de que Constitucional la paralizase, al considerar que no hay ninguna prohibición expresa del tribunal que afecte al texto, propuesto por la CUP y admitido finalmente a trámite la semana pasada. El motivo oficial que aducen fuentes de la presidencia para el cambio de horario es un viaje de Torrent a Suiza para participar el miércoles en la Asamblea Parlamentaria de la Francofonía.
Por contra, fuentes de varios grupos del Parlament consideran “evidente” que el cambio de horario tiene como objetivo debatir, y en su caso aprobar, la moción de la CUP antes de que el Constitucional se pronuncie sobre ella. Algo que, pese a las reiteradas prohibiciones del alto tribunal al debate sobre la autodeterminación, pondría a Torrent y el resto de miembros de la Mesa más sencilla su defensa si los magistrados consideraran que han incurrido en un delito de desobediencia.
El cambio de horario ha molestado tanto al resto de grupos como al propio Govern, que se reúne cada martes y que asegura haber sido informado de la coincidencia del pleno esta misma tarde. También los miembros de la Mesa han mostrado su incomodidad con la maniobra. “Se inventan la excusa de unos billetes de avión, cuando el viaje estaba previsto desde hacía semanas”, aseguran desde los grupos. Fuentes de la oposición sospechan además que el objetivo es modificar el orden del día en el propio pleno para comenzar votando la controvertida moción de la CUP.
Pese a esto, es posible que la maniobra no acabe funcionando, ya que el Tribunal Constitucional también tiene previsto avanzar su reunión de este martes, que comenzará de forma extraordinaria a las 9:30 horas. Fuentes del tribunal de garantías aseguran que la documentación sobre la impugnación ha llegado este mismo lunes, por lo que para las 10 horas la admisión a trámite y el texto de la CUP podría estar suspendido, por lo que quedaría prohibido su debate.
El presidente del Parlament, Roger Torrent, está en el ojo del huracán desde octubre pasado, cuando fue advertido, junto al resto de los miembros de la Mesa, de su obligación de paralizar cualquier iniciativa parlamentaria que vulnerase las sentencias del Constitucional. Hace dos semanas el Consejo de Ministros ya reclamó al Constitucional que acusara ante la Fiscalía al president del Parlament por haber admitido a trámite otra resolución que también hablaba sobre la independencia, algo que el TC paralizó al considerarlo prematuro.
Este martes, sin embargo, el tribunal podría no tener miramientos y considerar directamente que los miembros independentistas del Parlament han podido cometer un delito de desobediencia, bien al admitir a trámite la moción de la CUP o bien si se acaba debatiendo. Una decisión que, de tomarse, dejaría a Torrent al borde de la querella de la Fiscalía.