Los vecinos reclaman al alcalde Trias la abolición de todos los pisos turísticos de la Barceloneta
En una tarde de sábado a mediados de agosto es habitual encontrar movimiento en la playa de la Barceloneta. Lo que no es habitual es que se trate de más de un millar de vecinos en protesta contra los pisos turísticos. Las manifestaciones de la Barceloneta siguen creciendo. Si cuando la polémica saltó a la luz eran dos centenares de vecinos los que se concentraban ante el mercado, el jueves llegaron a medio millar y este sábado más del doble han recorrido el barrio para reclamar la abolición de todos los pisos turísticos, legales e ilegales.
La reunión del viernes con la concejala del distrito de Ciutat Vella, Mercè Homs, dejó insatisfechos a los vecinos, que abuchearon a la representante del Ayuntamiento a la salida, pero en cambio, después de un rato de discusión entre los asistentes, también sirvió para reforzar el elemento común de la protesta. Algunos reclaman civismo o más policía en el barrio, otros están convencidos de que no es la solución. También los hay que cargan contra los turistas, y otros que insisten en que ellos no tienen la culpa, sino que es un problema de modelo. En todo caso, en algo están de acuerdo los manifestantes: no quieren apartamentos turísticos en el barrio.
La pancarta de la cabecera, que salió del barrio hasta la playa y el paseo Joan de Borbó, remarcaba en rojo que son todos los apartamentos turísticos los que quieren abolir. Después de años con una respuesta más que insuficiente a entre 800 y 1.000 pisos turísticos ilegales que los vecinos calculan que hay en el barrio, ya no les basta con la aplicación de la normativa. Eran muchos los carteles que expresaban esta idea: “Mi escalera no es un hotel”, “Un apartamento turístico más, una familia del barrio menos” o “La Barceloneta es de gente del barrio” son algunos ejemplos.
Los vecinos han expresado su cabreo con un símbolo de la Barceloneta, el cañón que sólo sale de la parroquia de San Miguel del Puerto con motivo de la fiesta mayor, cuando hace un pasacalle por el barrio. Durante todo el recorrido ha encabezado la manifestación disparando petardos. Mientras tanto, los turistas retrataban la protesta. Unos pocos se han enfrentado a los manifestantes, como un grupo que les ha provocado desde una azotea, levantando su ira y provocando insultos. “Se está jugando que le den de hostias, y no queremos que esto suceda”, lamentaba un vecino de otro provocador ante los ánimos caldeados.
A la manifestación también han acudido manifestantes de otros barrios afectados por una problemática similar, sobre todo los de Ciutat Vella. La protesta ha acabado ante el mercado, donde han tenido lugar las concentraciones de los últimos días, con gritos de “Barcelona, únete”.Los vecinos, que ya no aceptan la concejala Mercè Homs como interlocutora, reclaman que el alcalde Xavier Trias vuelva de sus vacaciones para reunirse con ellos. Seguirán manifestándose los miércoles a las 22h y los sábados a los 18h, y alertan de que si no tienen respuesta, la próxima semana llevarán la manifestación en la plaza Sant Jaume.