Catalunya sigue incumpliendo los límites legales de contaminación de l'aire
Catalunya sigue incumpliendo los límites legales europeos de contaminación del aire, así lo constata el anuario 2015 sobre calidad del aire publicado hace unos días por la Generalitat de Catalunya. La contaminación no disminuye, y a pesar del Plan de Actuación para la mejora de la Calidad del Aire aprobado en 2014, la tendencia no cambia.
El Departament de Territori i Sostenibilitat, encargado de elaborar el anuario, concluye que la calidad del aire en general es buena en Catalunya. Pero los resultados que presenta el mismo informe muestran que no es así. 40 municipios cercanos a Barcelona, la capital catalana incluida, superan los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) y de partículas en suspensión (PM10). Además en muchos territorios catalanes se supera también el límite legal de contaminantes ozono (O3). Los tres son contaminantes que afectan directamente a la salud de los ciudadanos.
En total hay cinco contaminantes que no cumplen los límites fijados, aparte de estos tres, también se sobrepasan los límites de sulfuro de hidrógeno (H2S) y el benzo (a) pireno (BaP).
“No podemos afirmar que en 2015 la calidad del aire ha sido buena porque estamos incumpliendo los principales condicionantes que afectan a la salud”, manifiesta Maria Garcia, miembro de la Plataforma por la Qualitat de l'Aire en El Diari de la Sanitat.
NO2, PM10 y O3, los tres contaminantes más relevantes
El NO2 es un gas que surge de determinados tipos de combustibles, provenientes de vehículos o de centrales de generación eléctrica. La mayor parte de este gas contaminante proviene de los vehículos diésel y en menor medida de los de gasolina. La legislación establece el máximo anual en 40mg / m3 para una estación concreta. En 2015 las medias anuales de algunas zonas catalanas han superado este valor, incumpliendo el objetivo de calidad del aire. Las estaciones que superan el valor límite anual de NO2 han pasado de 7 a 12. Según el informe del Departamento una exposición prolongada a este gas aumenta los síntomas de bronquitis en niños asmáticos y puede reducir la función pulmonar.
El ozono troposférico (03) es un gas que se deriva del NO2 generado en las ciudades. Suele darse por la expansión de gas de NO2 en zonas residenciales junto con una reacción química que provoca este gas. Según la Generalitat puede causar tos, irritaciones en la faringe, el cuello y los ojos, dificultades respiratorias, empeoramiento pulmonar, puede provocar asma y originar enfermedades pulmonares. El valor objetivo de O3 fijado por la legislación (180 mg / m3) se ha superado en total 115 horas durante el 2015, mientras que el año anterior sólo se superó 5 horas.
En cuanto a las partículas en suspensión PM10 se ha duplicado el número de estaciones que superan el valor límite anual o el valor límite diario, de 2 a 4. Los principales causantes de este contaminante son las actividades industriales y el transporte. Las partículas PM10 pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, respiratorias o cáncer de pulmón.
El transporte, el principal causante
“Hay tres fuentes generadoras de esta contaminación, por un lado, lo más importante, el transporte, en segundo lugar el puerto y el tercero la industria”, explica Garcia.
El transporte sigue siendo uno de los principales causantes de esta problemática, es por ello desde la Plataforma por la Qualitat de l'Aire piden un cambio de modelo de movilidad que prime el peatón, la bicicleta y el transporte público. Algunas medidas para fomentar este tipo de transporte menos contaminante fueron recogidas en una moción presentada hace pocas semanas en el Parlament y que insta al Govern a cumplir con los límites legales de contaminación del aire.
Aprovechando la aparición del informe del Departament de Territori i Sostenibilitat, la Plataforma ha lanzado una campaña acompañada de un vídeo para denunciar la situación de contaminación y la forma con la que se presenta en el informe. “No podemos decir que la calidad del aire es buena si incumplimos los límites legales. El Gobierno debe informar de la gravedad real del problema”, reivindica esta experta.