Tarragona dice “basta” a los recortes en el Joan XXIII después de la última muerte
El Departamento de Salud de la Generalitat tiene un verdadero problema en Tarragona tras la muerte del farmacéutico Enrique Gheron al haber sido trasladado a Barcelona durante una crisis cardiaca, por encontrarse cerrado el servicio de hemodinámica de Juan XXIII. Tres frentes se han sumado este fin de semana: una manifestación el viernes, un encierro en las dependencias de la Generalitat, y este sábado una marcha a pie donde los barrios de la ciudad, principalmente los de Poniente, han dicho “basta” a lo que ven como unos incomprensibles recortes en sanidad.
Buena parte de la Tarragona que no aparece en el día a día político en Catalunya, inmerso en un proceso soberanista que todo lo tiene que solucionar, ha tomado las calles de la ciudad para protagonizar una larga y sentida caminata desde el barrio de Torreforta hasta en el hospital Joan XXIII. La larga marcha a pie, presidida por una pancarta que reclamaba la apertura las 24 horas del servicio de hemodinámica, ha salido de la plaza de la iglesia de Torreforta, se ha detenido ante la farmacia de Enrique Gheron -donde se han dirigido unas palabras y se ha hecho un aplauso- y ha subido por la carretera N-340. Unas 500 personas formaban la marcha.
La viuda de Enrique Gheron, Mariví Viu, ha tomado parte en primera línea de la manifestación. Gheron murió en el segundo intento de trasladarlo desde Tarragona a Barcelona al haber sufrido un infarto.
Desde allí, y al cabo de una hora, la marcha ha llegado a la plaza Imperial Tarraco, donde un grupo de unas 300 personas procedentes de otros barrios de la ciudad, se ha sumado a la protesta. Dirigida la manifestación por el líder vecinal Antoni Peco, se han oído gritos como “Salud universal, pública y de calidad”. El lema de la pancarta que abría la marcha era “Hemodinámica 24 horas. Dimisión responsables”.
Entonces ha enfilado vía presidente Lluís Companys hasta el hospital. Allí se ha leído un manifiesto “exigiendo” la apertura las 24 horas de un servicio que atienda patologías como los infartos. Hoy por hoy, el servicio sólo abre de 8 de la mañana a ocho de la tarde, lo que provocó que Gheron fuera trasladado en Bellvitge al encontrarse el servicio de Tarragona cerrado, pero murió a medio camino.
Conxi de Tera, una de las responsable del Grupo en defensa de la sanidad pública de Tarragona, promotora de la marcha, ha tomado la palabra para recordar que en la delegación del Gobierno de la Generalitat sigue el cierre y que los encerrados “no se irán” . El día 29 está prevista la visita del consejero de Salud, Boi Ruiz, que debería anunciar soluciones, pero el colectivo de manifestantes y de encerrados quieren “soluciones ya”. Para empezar, una reunión inmediata con el delegado de la Generalitat en Tarragona, Joaquim Nin, para este sábado mismo. Nin les ha emplazado a lunes: “No nos vamos a esperar. Seguiremos encerrados”, respondió de Tena.
La concentración ante el hospital ha acabado con una segunda marcha a pie hacia la delegación para solidarizarse con los encerrados. Al cabo de un rato, se ha anunciado que la marcha se repetirá cada sábado hasta que se reabra el servicio.
Por otra parte, a la protesta se sumaron el presidente del Colegio de Médicos de Tarragona, Fernando Vizcarro, y destacados miembros de la junta, en una aparición inusual en este tipo de protestas y que denota el impacto que ha causado la muerte del farmacéutico.