Los trabajadores y trabajadoras de Metro de Barcelona, de la empresa pública TMB, han aprobado este lunes en asamblea volver a convocar huelgas a partir del lunes 24 de abril. La asamblea ha aprobado por 281 votos favorables la propuesta del comité, mientras que en contra han habido 111 votos, además de un voto en blanco y uno nulo, según fuentes del comité de empresa.
Si la situación no cambia, los paros se repetirán de forma indefinida todos los lunes. El modelo de huelga elegido es parar dos horas en cada uno de los tres turnos que se llevan a cabo en el Metro, es decir, de 7h a 9h por las mañanas, de 16h a 18h por las tardes y de las 20:30h a 22:30h por la noche.
La decisión de hacer huelga se produce, según las fuentes consultadas, debido a que “en las últimas reuniones la empresa ha mostrado ostensiblemente que no quiere negociar”. Las negociaciones sobre el nuevo convenio colectivo llevan produciéndose más de un año, para renovar el acuerdo y acabar con la prórroga del de 2008, caducado hace casi dos años. Sin embargo en las últimas semanas las conversaciones estarían estancadas.
En concreto los trabajadores hablan de obstáculos al acuerdo con respecto a las trabajadoras embarazadas. Entre las propuestas que se han debatido este lunes una de ellas era dejar de negociar hasta que el punto de las trabajadoras gestantes no se resolviese, pero se considera que con la convocatoria de huelga ya se cumple este punto.
Fuentes de CGT, sindicato mayoritario en el comité de empresa, han explicado que los acuerdos a los que se llegó entre empresa y sindicatos el mes de julio de 2016 “no se cumplían”. Ponen un ejemplo: “Se decidió que las personas que trabajaban un 75% de la jornada acabaran haciendo el 100% cuando se produjeran jubilaciones. Desde enero hasta ahora esto sólo ha afectado a 8 personas ”, afirman. Igualmente consideran los trabajadores que la reacción de los directivos de Metro llega a extremos de gran tacañería. Así, hay en marcha un contencioso por la ampliación de horarios laborales que suma 12 horas.
En julio de 2016 se llegó a un pacto entre comité de empresa y la dirección de Metro de Barcelona, consistente en detener cualquier movilización mientras hubiera negociaciones. A cambio conseguían algunas mejoras parciales incluidas en un documento. Es precisamente respecto a la interpretación del documento de los pactos que tampoco hay consenso entre empresa y trabajadores.
Como telón de fondo del malestar existe la demanda de los trabajadores de saber los nombres y las remuneraciones de más de 300 trabajadores que están fuera de convenio. Los datos no se han dado a conocer a pesar de las reclamaciones judiciales realizadas durante meses por los sindicatos presentes en Metro de Barcelona.