Las UCI de cinco regiones sanitarias catalanas ya tienen más del 30% de camas ocupadas por COVID
La presión hospitalaria en Catalunya crece por momentos y se está haciendo notar en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). En estos momentos, cinco de las ocho regiones sanitarias catalanas superan el 30% de ocupación con coronavirus de sus camas de críticos, y la previsión del Departamento de Salud es que esta cifra se incremente en las próximas semanas hasta que se noten los efectos de las restricciones adoptadas este viernes.
Las regiones sanitarias que superan el 30% de ocupación de sus camas de UCI con pacientes de coronavirus son Lleida, Tarragona, Terres de l’Ebre, Catalunya Central y la zona Metropolitana Norte. A excepción de esta última, que incluye grandes ciudades como Badalona, Terrassa y Sabadell, el resto son regiones menos pobladas y con menor capacidad asistencial que Barcelona ciudad o la región Metropolitana Sur, que no llegan a este porcentaje.
La situación de estas cinco regiones se ha dado a conocer este viernes a través del auto del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que avala las restricciones de la Generalitat, entre ellas el cierre de bares y restaurantes o de las clases universitarias. El documento hace referencia a la justificación que les remitió el Departamento de Salud a los jueces para apoyar sus medidas extraordinarias. En ella se recogen unos niveles asistenciales por territorios que hasta ahora se desconocían.
De esta forma, estas cinco regiones sanitarias se acercan al umbral de ocupación del 35% que el Ministerio de Sanidad estableció como uno de los criterios para adoptar unas medidas que, de todas formas, ya se están llevando a cabo en Catalunya. Según los datos publicados por el Ejecutivo central, que ofrecen con cierto retraso respecto a los de la Generalitat al ser consolidados, el porcentaje de ocupación de UCI en Catalunya es del 21,2%, por encima de la media española (19,2%) pero por debajo de Navarra, La Rioja, Aragón, Castilla la Mancha, Castilla y León y Madrid. Esta última alcanza un 37,4%.
Preservar la atención no COVID
Sea como sea, la situación “global” del territorio, según la información remitida por Salud a los jueces, “indica que esta semana los ingresos en hospitalización convencional y en las unidades de cuidados intensivos han aumentado de forma comprometida”. Ahora mismo hay en Catalunya un total de 1.101 ingresados por COVID-19, de los que 191 están en UCI. El millar de hospitalizados es una cifra que no se veía desde abril.
Aunque el colapso está todavía lejos, los responsables sanitarios hace días que justifican las medidas restrictivas por el miedo a tensionar sobre todo la Atención Primaria –donde se hacen los diagnósticos– pero también los hospitales. “Todos los hospitales están preocupados y están trabajando en sus planes, sobre todo con la idea de poder preservar la atención no COVID-19”, aseguraba hace unos días Josep Maria Argimon, secretario de Salud Pública.
La situación de cada centro hospitalario es dispar, pero algunos ya han encendido las alarmas esta semana. El Hospital Parc Taulí de Sabadell informaba que los ingresos se han “disparado” y que ya calcula que esto en breve altere su actividad normal. Lo mismo en el Hospital de Vic. Y en el Arnau de Vilanova, en Lleida, han abierto una segunda planta COVID-19 esta semana, si bien es cierto que están lejos de la situación de su crisis en julio.
Para hacer frente a la segunda ola, Salud decidió mantener parte de las camas habilitadas al inicio de la pandemia y ha pasado de las 600 plazas para críticos anteriores al coronavirus a 900 actuales. Además, se están levantando equipamientos anexos a cinco grandes hospitales, con módulos prefabricados, para ganar 490 camas y alcanzar así cerca de 1.400. Pero estas últimas no están todavía listas. La previsión es que lo estén a principios de 2021.
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