Un refugio antiaéreo de la Guerra Civil en Guadalajara, declarado monumento
El Refugio Antiaéreo de la Posición Saldón en Alcohete, en el municipio de Yebes (Guadalajara), utilizado durante la Guerra Civil española acaba de ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de 'Monumento' tras una Resolución de la Viceconsejería de Cultura que ya ha recibido el visto bueno del Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha. En su decisión, la Junta considera que esta edificación subterránea “reúne los valores históricos necesarios para gozar de la protección”.
Excavado a diez metros de profundidad, el búnker subterráneo era una instalación auxiliar preparada para servir de refugio al Estado Mayor del IV Cuerpo del Ejército Popular de la República española, que tenía la sede en el Sanatorio de Alcohete y fue creado por el general Miaja en marzo de 1937 durante la 'Batalla de Guadalajara', de la que en este 2017 se cumplen 80 años. Formada por tres divisiones, cubrió el frente estabilizado en este sector hasta el final de la Guerra Civil, desde la Sierra de Guadarrama hasta los Montes Universales, entre Cuenca y Teruel. Este vestigio de la ingeniería militar se descubrió en 2006 durante los trabajos de inventario que el Colectivo Guadarrama realizó por encargo de la Junta de Comunidades para recuperar y catalogar las fortificaciones de la Guerra Civil en la provincia de Guadalajara. A cargo del Batallón de Zapadores de la Comandancia de Ingenieros, las labores de construcción se prolongaron de enero a marzo de 1938. Conocido con el nombre en clave de 'Posición Saldón', ese criptónimo solo se aplicó en agosto de ese año ya que con posterioridad se identificó con toda una retahíla de designaciones.
El Ayuntamiento de Yebes ha recibido la noticia como el “reconocimiento” a una reivindicación municipal iniciada hace ya tres años y que “abre la puerta a posibles intervenciones” y a desarrollar planes de restauración y memoria en torno a este vestigio militar del que, dicen, “por su configuración y características constructivas, es único en nuestro país”.
En el otoño de 2014, el Ayuntamiento de Yebes instó a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a que pusiese en marcha el proceso que debía concluir con la catalogación de BIC para este refugio subterráneo. Tras más de dos años de silencio administrativo, finalmente el 15 de diciembre de 2016 se incoaba el preceptivo expediente, que abría el periodo de información pública. “Al que concurrimos para reclamar el cambio de categoría con el que inicialmente se pretendía dotar a este fortín”, evoca Miguel Cócera. Finalmente, la Consejería de Educación, Cultura y Deporte admitió esa alegación y sustituyó la clasificación de ‘sitio histórico’ por la de ‘monumento’, “que es mucho más ambiciosa y se ajusta mejor a esta consideración”. Desde que la anterior Corporación municipal decidió iniciar este procedimiento y hasta hoy, el Ayuntamiento de Yebes ha estado en contacto permanente y periódico con los técnicos de Patrimonio del Gobierno regional en Guadalajara y los miembros de la Comisión Provincial de Patrimonio, que ha sido la encargada de emitir los informes favorables.
El Ayuntamiento se plantea comprar los terrenos que dan acceso al búnker
Hace más de dos años, el Ayuntamiento constituyó una comisión de expertos para estudiar y abordar las posibilidades de impulso, promoción y divulgación de este legado histórico. Ahora, y tras su declaración como BIC, el Consistorio sugiere que el primer paso sería obtener la titularidad pública para los terrenos en los que se localiza la entrada principal al bunker. “En estos momentos el Ayuntamiento no está en condiciones de gestionar la disponibilidad y protección de esta instalación, que es requisito previo para afrontar una intervención de futuro”, esgrime el alcalde, Miguel Cócera. Sobre este particular, el alcalde asegura que “ideas tenemos muchas”, pero para hacerlas realidad se requiere la “colaboración indispensable” de otras administraciones y entidades.
Recuerda el alcalde que la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha es “taxativa” al obligar a los propietarios de los derechos reales que supeditan los bienes que forman parte de ese patrimonio a “conservarlos, cuidarlos y protegerlos adecuadamente para asegurar su integridad y evitar su pérdida, deterioro o destrucción”.
El alcalde de este municipio comenta que esta defensa antiaérea ha estado expuesta en los últimos años “al vandalismo y expolio” dado que las cerraduras y candados que se han colocado en la puerta de acceso han sido inutilizados de forma sistemática. “Ese pillaje ha provocado la desaparición de varios elementos del cuadro de luz que activaba el suministro eléctrico a la instalación, el equipamiento de más valor ya que es contemporáneo a la época de la que data el búnker”, explica Cócera.
A partir de ahora y con la declaración de BIC ya en vigor para este bien, “este tipo de prácticas pasan a convertirse en un delito contra el patrimonio cultural de esta región”. Desde el Gobierno municipal se anuncia la “voluntad indiscutible” de acudir a las subvenciones, ayudas u otras medidas de índole económica que se convoquen para la conservación, recuperación, restauración y divulgación de este refugio militar.